
La autoridad judía, admite tan solo 24 libros (equivalentes a 39 en nuestras traducciones); opinión que suscriben absolutamente los cristianos protestantes. Mientras que la iglesia Católica Romana, indica que son 46 libros, agregando 7 libros adicionales.
Pero: ¿Qué es el canon del antiguo testamento?.
Canon se deriva de la palabra griega "Kanón"; que significa "Vara o Medida"; y hacía referencia a una caña de medir. Esta palabra con el tiempo pasó a ser sinónimo de norma. Por lo tanto, cuando se habla de canon desde un punto de vista bíblico, estamos haciendo referencia directa al conjunto de libros sagrados que entraron dentro de la "norma o medida" de lo que es aceptado como inspirado divinamente. En pocas palabras, el canon del antiguo testamento, son las escrituras sagradas reconocidas y aceptadas; o sea, las que cumplen con todos los requisitos para ser consideradas como la palabra de Dios inspirada dada a los hombres.
En el siglo III a.C. el Faraón Egipcio Ptolomeo II Filadelfo, mandó a traducir los textos sagrados judios al idioma griego, con la finalidad de proveer tanto a la comunidad judía de Alejandría, que ya no hablaba el hebreo, como a la biblioteca de Alejandría, la más importante de la época, con estos textos sagrados. Después de haber traducido la Torá (pentateuco), y los profetas o nebim, y los escritos o ketubin, se incorporarón sin que se conozca motivo, a la traducción griega 15 escritos adicionales que no formaban parte de los textos originales hebreos. Parece ser un hecho que estos escritos adicionales circulaban entre los judíos alejandrinos; sin embargo, nunca fueron reconocidos por los judios de Israel como literatura sagrada inspirada; entre otras cosas, porque fueron escritos en su mayoría en griego, y mucho después de Malaquías; considerado por los judios como el último profeta. Estos textos adicionales incorporados a la versión griega conocida como versión de los setenta o Septuaginta, fueron tardíamente denominados por Jerónimo, en el siglo IV d.C., como libros apócrifos; lo que significa, oculto, de origen dudoso, falso, falsificado o espurio
Desde el inicio de la iglesia cristiana la discusión que surgió sobre el canon del antiguo testamento, se derivó de este hecho. De que a la traducción de las escrituras sagradas judías al griego se le hayan añadido paulatinamente estos 15 escritos, que nunca fueron reconocidos por la autoridad judía, como pertenecientes a sus escrituras sagradas originales.
Los textos sagrados judíos conocidos como Tanaj, fueron escritos a lo largo de muchos siglos, y por un buen numero de autores; sin embargo todos y cada uno de los libros que componen estas escrituras, guardan una perfecta coherencia y armonía, habiendo sido celosamente preservados y cuidadosa y fielmente transmitidos por la comunidad judía.
Es importante mencionar, que en el año 95 d.C. aproximadamente, los Judios de la Escuela de Jamnia, en Israel, se reunieron para ratificar los textos hebreos antiguos como las unicas escrituras sagradas judias. Ellos, dejaron claro que los escritos sagrados, eran los escritos antiguos. Afirmando la existencia de profetas hasta Malaquías; y habiéndose producido un silencio profético desde el tiempo del mismo, cualquier escrito que hubiere aparecido después no podría ser considerado como de inspiración divina. Este es el caso de los libros apócrifos, de los que se conoce no fueron escritos antes del siglo 2 o 3 a.C.
Los 15 libros apócrifos iniciales, eran los siguientes: Macabeos 1, 2 y 3, Esdras 3 y 4, Libro de Tobías, Libro de Judit, Libro de Baruc, Libro de La Sabiduría, Libro de Eclesiástico, La oración de Manasés, La Epístola de Jeremías, Libro de Enoc, Libro de Los Jubileos, y Libro de La Ascensión de Isaías.
Los textos de la Septuaginta (version griega del antiguo testamento) juntamente con los originales griegos del nuevo testamento, fueron traducidos por diversos traductores al latín, dándosele el nombre colectivo de Itala o Vetus Latina. Para esta versión, solamente se incluyeron 10 de los 15 libros apócrifos, excluyéndose los libros: La Ascención de Isaías, Los Jubileos, La Epístola de Jeremías, el Tercero de Macabeos y Enoc.
Posteriormente y para evitar la falta de homogeneidad en las diversas traducciones, Dámaso, obispo de Roma, encomendó a Jerónimo de Estridón, un erudito de la época, que realizara una traducción al latín. Prontamente, Jerónimo se dió cuenta que era mejor trabajar directamente con los originales hebreos antes que con la traducción griega septuaginta, por lo que decidió irse a Belén, Israel, en busca de tales originales, dedicándose con gran celo a esta labor durante los siguientes 20 años de su vida. Jerónimo, desde el principio estuvo en desacuerdo con que se incluyeran en la versión latina que realizaba a los libros que el mismo calificó originalmente como "Apócrifos" o falsos u ocultos. Sin embargo, al final, y ante la presión recibida, los libros fueron incluidos. La traducción de Jerónimo, que comenzó a ser el texto oficial de la Iglesia Romana, se denominó Vulgata Latina.
En el año 1545 y como una reacción a las premisas del movimiento protestante, la Iglesia Católica convoca el Concilio de Trento, en el que se fijó el nuevo canon de la Biblia, después de discutir el tema de los libros apócrifos. Adicionalmente, en el Concilio de Trento se certifica la traducción de la Biblia conocida como Vulgata Latina, como la versión oficial de la Iglesia Católica. En esa oportunidad se acordó incluir tan solo 7 de los 10 libros que se habían agregado a La Vulgata. Excluyéndose: El tercero y cuarto de Esdras y la Oración de Manasés. Semejante decisión, evidencia a claras luces que los representantes de esta Iglesia no parecían tener la seguridad sobre la inspiración divina de tales libros. Ya que por los mismos motivos por los que excluyeron 8, pudieron haberse excluido también los otros 7. De esta forma la Biblia católica quedó con los siguientes libros apócrifos incluidos en sus versiones del antiguo testamento: Tobías, Judit, Sabiduría de Salomón, Eclesiástico, Baruc, Primero de Macabeos, Segundo de Macabeos y adiciones a los libros bíblicos de Ester y Daniel.
Así, tácitamente, El Vaticano reconoce que los libros apócrifos no fueron escritos bajo inspiración divina. A partir de ese momento, a los 39 libros que integran el canon o catálogo hebreo, la Iglesia Católica Romana comienza a denominarles protocanónicos, y a los siete libros apócrifos, los llama deuterocanónicos. De esta forma diferencian los libros que forman parte del canon hebreo, de los que no. Aunque ellos argumentan que denominaron a los libros apócrifos "deuterocanónicos", debido a que formaban parte de un segundo canon, el canon largo, alejandrino. El prefijo "proto", denota superioridad, en cambio "deutero", segundo grado o inferior. De esta forma indirecta reconocen poseer en sus biblias dos clases de libros, los principales y los secundarios.
Como se señaló anteriormente, la justificación que la Iglesia Católica ha dado tradicionalmente para la incorporación de los libros apócrifos dentro de su canon de las escrituras es que, la septuaginta que los contenía al principio, pertenecía a un canon más amplio que el original aceptado por los judios sabios de Israel: . "el canon de los judios alejandrinos".
Para muchos historiadores, la versión de la existencia de un "canon judio alejandrino", más amplio, no es sustentable, al razonar que no necesariamente por el hecho de que los judios alejandrinos utilizaran la versión septuaginta del antiguo testamento, única disponible en griego, esto implicaba el que estuvieran de acuerdo o pretendieran establecer un canon diferente que el que estaba afirmado por la tradición rabínica judía. Esto no es así.
Dieciséis siglos después de Cristo, el movimiento protestante surgido del seno de la Iglesia Católica, y encabezado por Martín Lutero, rechazó este canon amplio o "Judío-Alejandrino", Declarando en consecuencia sujetarse únicamente al canon establecido por los Judios en Israel.
Pero: ¿Porqué no aceptar los libros apócrifos como pertenecientes al canon del antiguo testamento?.
1°. Los libros apócrifos no pertenecen al canon hebreo original reconocido por la autoridad judía. De acuerdo a Romanos 3:1 al 2, a ellos es a quienes les ha sido confiada la palabra de Dios. Teniendo toda la autoridad en lo que se refiere al Antiguo Testamento para decidir cuáles libros son canónicos o no.
2°. De las más de 200 citas que los escritores del Nuevo Testamento hacen del Viejo Testamento, jamás, ni una sola vez, citan a uno de los libros "Apócrifos", y esto no porque los desconocieran.
3°. Flavio Joséfo, historiador Judío contemporáneo de Jesús, listó todos los libros considerados canónicos por los judíos. Separando específicamente a los apócrifos.
4°. No todos los padres de la iglesia recibieron los apócrifos como canónicos.
5°. Jerónimo, erudito de la época, responsable de la traducción "Vulgata Latina", defendía el que el canon bíblico para el Antiguo Testamento se apegara al canon original afirmado por los judíos en Israel
6°. Los autores de los libros apócrifos no fueron profetas. Condición "sine qua non" para escribir un libro en el Antiguo Testamento.
7°. Los libros apócrifos en sí mismos contienen errores e inconsistencias, lo que no sucede con los libros antiguos aprobados por la tradición judía.
8°. Muchas de las prácticas de algunos de los libros apócrifos son contrarias a lo que dice la sagrada escritura. De hecho pueden ser consideradas como anti-cristianas. Por ejemplo:
- La orden de usar la magia de parte de un Angel. (Tobías 6:4 al 9 en contraste con Deuteronomio 18: 10 al 12 y Mateo 17:15 al 21);
- El ofrecer dinero por los pecados de los muertos, orar por ellos y llevarles ofrendas (2 Macabeos 12:43 al 45; Baruc 3:4, en contraste con Hebreos 9:27)
- En el libro de Judit, esta manifiesta falsedad y doble trato, y este comportamiento se presenta como aprobado por Dios (Judit 9:3 al 14), etc.
ALGUNOS ARGUMENTOS CATÓLICOS EN DEFENSA DE LA INCLUSIÓN DE LOS APÓCRIFOS DENTRO DEL CANON BÍBLICO:
Primer Argumento. Escenas de las catacumbas cristianas retratan episodios de los Apócrifos, mostrando que la comunidad cristiana temprana estaba familiarizada con ellos y utilizaron los Apócrifos.
Segundo Argumento. En los concilios regionales de Roma (382 d.C.), Hipona (393 d.C.) y Cartago (397 d.C.) aceptaron los Apócrifos.
Tercer Argumento. Algunos libros apócrifos fueron encontrados en los rollos del Qumrán junto con libros canónicos del Antiguo Testamento.
Cuarto Argumento. Algunos padres de la iglesia aceptaron los apócrifos como canónicos.
Quinto Argumento. Los apócrifos son de utilidad histórica
CONTRARGUMENTOS QUE REBATEN LAS TESIS ANTERIORES
Primer contrargumento. La existencia de escenas de los apócrifos en las catacumbas romanas, no prueban la canonicidad de los apócrifos, así como la ausencia de escenas sobre los eventos narrados en los libros por todos reconocidos como inspirados, no les restan su carácter sagrado y canónico.
Segundo contrargumento. Los concilios de las iglesias como lo demuestra la historia pueden reflejar la falibilidad humana. De hecho ningún concilio de la iglesia cristiana durante los primeros tres siglos reconoció los apócrifos como inspirados. Y no fue sino hasta el año 1546, en una acción polémica en el Concilio de Trento, que los libros apócrifos recibieron pleno reconocimiento por la Iglesia Católica Romana.
Tercer contrargumento. La presencia de libros Apócrifos entre los rollos del mar muerto (Qumram), no son prueba de su canonicidad. Pues de ser esto cierto, serían canónicos la multiplicidad de escritos encontrados en dichas cuevas, inclusive los que no guardan ninguna relación con el aspecto religioso.
Cuarto contrargumento. Muchos padres de la iglesia, como Jerónimo, Atanasio y Orígenes, entre otros, señalaron claramente su desacuerdo con la canonización de los apócrifos.
Quinto contrargumento. Los libros apócrifos contienen errores históricos, no evidenciando la infalibilidad que demuestran los libros reconocidos como canónicos por la autoridad judía.
DEBILIDADES, ERRORES, E INCONSISTENCIAS DOCTRINALES CONTENIDAS EN LOS LIBROS APÓCRIFOS:
Existen errores e inconsistencias doctrinales en los libros apócrifos que debilitan y definitivamente tienden a dejar sin efecto la tenaz defensa que hace la Iglesia Católica referente a la canonicidad de los mismos. Algunas de estas inconsistencias son las siguientes:
Primera. Los autores de los libros apócrifos, nunca afirman su carácter "Inspirado". (2 Macabeos 15: 37 al 38). No sucede lo mismo con los libros universalmente admitidos como canónicos, en donde esto se afirma sin lugar a dudas. (ver 2 a Timoteo 3:16, y 2 de Pedro 1:21).
Segunda. Los libros apócrifos contienen errores de carácter histórico: En Tobías, por ejemplo, se indica que Senaquerib era hijo de Salmanasar, cuando en realidad era hijo de Sargón; (Tobías 1:15). Esto no sucede con los libros reconocidos universalmente como canónicos.
Tercera: Los libros apócrifos contienen un mensaje de salvación falso. Al afirmar que através de la limosna podemos expiar pecados. Esto contradice el fundamento de la doctrina cristiana: Jesús murió en la cruz por todos nosotros. Él, a través de su preciosa sangre, nos redime de todo pecado, y solo a través de la fé en Él recibimos el perdón y la salvación. (Tobías 12:8 al 9 en contraste con Hebreos 9:22)
Cuarta. La invocación e intercesión de los santos (Baruc 3:4, en contraste con Mateo 6:9)
Quinta. La Adoración a los ángeles y su intercesión, cuando realmente la doctrina dice: Al Señor tu Dios Adorarás y a Él solo servirás. (Tobías 12:12, en contraste con Colosénses 2:18)
Sexta. La existencia del purgatorio y la redención de las almas después de la muerte (2 de Macabeos 12:42 al 45, en contraste con Hebreos 9:27).
Séptima: Recurren a tipos literarios y estilo que no guarda relación con la Sagrada Escritura inspirada.
Octava: En el libro de Tobías por ejemplo, se encuentra una contradicción o mentira de parte del Angel pues Tobías 5:13 dice: El ángel le respondió: "Yo soy Azarías, hijo de Ananías el Grande, uno de tus hermanos", y luego en el 12:15 dice: "Yo soy Rafael, uno de lo siete ángeles que están delante de la gloria del Señor y tienen acceso a su presencia".
Novena: Los muertos pueden interceder por los vivos. Lo que justifica la oración a los Santos. (2 de Macabeos 15: 12 al 16).
Décima: Dan validez al suicidio y no lo condenan (2 de Macabeos 14: 41 y 42).
Décima Primera: Dios es la verdad y no justifica la mentira y el engaño. Esto es contradecido por Judit 9:13.
Décima Segunda: Sabiduría 11:17 indica que Dios creó el mundo de materia preexistente. En contradicción con el Génesis que dice que Dios creó al mundo de la nada solo con la palabra. Además se contradice así mismo en Sabiduría 9:1.
Durante el Concilio de Jamnia, para decidir si un libro era o no inspirado, los Judíos establecieron las siguientes bases:
1) El libro debe estar de acuerdo con la Ley de Moisés
2) Debe haberse originado en Israel
3) Debe haber sido escrito en hebreo
4) Debe haberse escrito antes de la muerte del escriba Esdras.
Por otra parte existían cinco pruebas que la iglesia cristiana primitiva utilizó para identificar qué libros debían pertenecer al canon:
Primera, ¿Estaba el libro escrito o respaldado por el profeta ó Apóstol de Dios?
Segunda. ¿Es el libro autoritativo? o sea, ¿en el se habla con la autoridad propia de un libro inspirado por Dios?.
Tercera. ¿Dice el libro la verdad acerca de Dios y la doctrina como ya es conocida por la revelación anterior?
Cuarta. ¿Provee evidencia el libro de tener el poder de Dios?
Quinta. ¿Fue el libro aceptado por el pueblo de Dios?
Los libros apócrifos no han sido escritos por profetas o apóstoles de Dios. Su escritura no es autoritativa. Algunos libros contradicen doctrinas bíblicas. No manifiestan el poder de Dios ya que no manifiestan el mismo poder transformador de los escritos reconocidos. Y por último no fueron admitidos unánimemente por el pueblo de Dios.
ALGUNOS OTROS ERRORES Y CONTRADICCIONES CONTENIDAS EN LOS LIBROS APÓCRIFOS.
LIBRO DE TOBÍAS
El libro de Tobías en su Capítulo 12, versículo 9, contradice el acto de expiación sustitutiva de Cristo al afirmar que "La limosna libra de la muerte y purifica de todo pecado". Por otra parte, soporta o da cabida a prácticas paganas cuando en el Capítulo 4, versículo 17, indica: "Ofrece tu pan sobre la tumba de los justos, pero no lo des a los pecadores", costumbre pagana. En el Capítulo 6, versículos 2 al 8, fomenta las prácticas supersticiosas, cuando indica que el hígado de un pez, quemado sobre un brasero, auyenta los demonios.
JUDIT
El libro de Judit inicia con una gran mentira histórica, pues en el Capítulo 1, versículo 1, afirma que : "Era el año duodécimo del reinado de Nabucodonosor, que gobernó a los asirios en la gran ciudad de Nínive, mientras Arfaxad reinaba sobre los medos en Ecbátana. ". Esto es falso, pues Nabucodonosor nunca fue Rey de Nínive. En este sentido, la Biblia de Jerusalén (2009), en su introducción dice lo siguiente: "El libro de Judit manifiesta sobre todo una gran despreocupación por la historia y la geografía. La narración se sitúa bajo «Nabucodonosor, que reinó sobre los asirios en la gran ciudad de Nínive», Jdt 1 1, cuando en realidad Nabucodonosor fue rey de Babilonia, y Nínive había sido destruida por su padre Nabopolasar." Esto implica aceptar dos realidades: que el libro de Judit contiene errores históricos, y que no es un libro inspirado por Dios.
SABIDURÍA
Este libro a pesar de que se le llama "Sabiduría de Salomón", fue escrito aproximadamente 1.000 años después del nacimiento de Salomón. Del capítulo 3: versículos 1 al 9, los católicos desprenden la existencia de un purgatorio.
ECLESIÁSTICO:
Es un buen libro para edificación. Sin embargo no puede afirmarse que sea palabra inspirada de Dios. Entre otras cosas porque el mismo libro lo indica cuando dice en su prólogo lo siguiente: “Por eso mi abuelo Jesús, después de dedicarse con constancia a la lectura de la Ley, de los Profetas y de los otros Libros de nuestros antepasados, en los que adquirió gran competencia, se puso él también a escribir algo sobre materias de doctrina y de sabiduría. Pues quería que las personas deseosas de instruirse aprovecharan esas enseñanzas para progresar en una vida conforme a la Ley". (Eclesiastico. Prólogo. La Nueva Biblia Latinoamericana, página 962). Este prólogo nos deja ver que el autor se propuso por cuenta propia escribir algo interesante y de hecho lo hizo; pero del mismo prólogo se deduce que fue escrito simplemente con la intención y por la voluntad de su autor, por lo que no puede afirmarse que el libro haya sido escrito por inspiración divina.
BARUC:
Se presenta al libro de Baruc como un escrito hecho en los tiempos de Jeremías (Año 582 a.C.), por el escribiente de este. Es imposible que el libro pertenezca a este período por cuanto el mismo fue escrito alrededor del año 100 d.C.
La Nueva Biblia Latinoamericana dice en la página 938: “El libro de Baruc fue escrito entre los últimos de la Biblia: a lo mejor, en el último siglo antes de Cristo”. De acuerdo con los datos que menciona el libro, resulta prácticamente imposible que lo haya escrito Baruc el hijo de Nerías. Sin embargo el libro comienza con la siguiente afirmación en su Capítulo 1, versículo 1 y 2 : Uno: "Texto del escrito que Baruc, hijo de Nerías, hijo de Maasías, hijo de Sedecías, hijo de Asadías, hijo de Jilquías, escribió en Babilonia, 2. En el año quinto, el séptimo día del mes, en la época en que los caldeos habían tomado Jerusalén y la habían incendiado".
LOS MACABEOS:
El autor no pretende haber escrito bajo inspiración divina, pues termina el libro diciendo: “Si este ha sido bueno y bien logrado, no es otra cosa lo que yo pretendía. Si, por el contrario, es imperfecto y mediocre, lo cierto es que hice todo lo que pude". (2 Libro de Los Macabeos Capítulo 15, versículo 38)
ESTER:
El libro de Ester, en la Biblia hebrea y en las versiones evangélicas tiene 10 capítulos. En las versiones católicas resulta difícil poder determinar cuántos capítulos tiene. Tomemos por ejemplo la versión La Nueva Biblia Latinoamericana; comienza por el capitulo once y continúa en el siguiente orden: 12, 1, 2, 3, 13, 4, 13, 14, 15, 5, 6, 7, 8, 16, 9, 10, y 11. Esto es absolutamente absurdo y fuera de toda lógica, sobre todo si tenemos en cuenta que Dios es un Dios de orden y no de desorden.
La misma versión católica La Nueva Biblia Latinoamericana, dice en la página 905: “El libro de Ester contiene en la Biblia griega muchos trozos que no están en la Biblia hebráica. Algunas personas creen que estos trozos fueron añadidos en la Biblia griega”.
DANIEL:
El libro de Daniel, en nuestra versión tiene 12 capítulos y en las versiones católicas tiene 14 capítulos. Estos dos capítulos adicionales no fueron escritos en hebreo, ni tampoco en el estilo propio de Daniel. Por esto se duda de su autenticidad. La Historia de Susana (Capítulo 13) es un texto que ha sido calificado por los estudiosos bíblicos como independiente. Similar es la Historia de Bel y el Dragón en el mismo libro. Estos dos capitulos adicionales formaron parte de la Septuaginta, no siendo reconocidos por la autoridad judía como parte del libro de Daniel.
CONCLUSIÓN:
Desde el punto de vista de la historia de la redención, los libros apócrifos del Antiguo Testamento no añaden nada de carácter esencial, sin embargo si proporcionan información sobre la brecha o el silencio de 400 años intertestamentario, que puede considerarse valiosa desde el punto de vista histórico; en particular los libros de los Macabeos, en los que se describen las luchas de los judíos por su libertad política y religiosa. Contribuyendo también en la comprensión del surgimiento de las corrientes religiosas de los fariseos y saduceos.
Visto lo anterior. Evalúe Usted, y saque sus propias conclusiones.
REFERENCIAS
Thomas, Robert. (2002). Entendamos Los Dones Espirituales. Editorial Portavoz.
Fernández-Vidal. Conspiración Contra las Sagradas Escrituras. Producciones Peniel.
Disponible en internet: www.ladoctrina.org/libros/Conspiracion-contra-las-Sagradas-Escrituras.pdf
Consultado el 11/01/2017
Fernàndez Suàrez, Domingo. Los Libros Llamados Apòcrifos.
Disponible en internet: http://www.conocereislaverdad.org/apocrifos.htm
Consultado el 11/01/2017
S/A. Los Libros Apòcrifos.
Disponible en internet: http://www.mscperu.org/biblia/apocrifos/apocrifosqueson.htm y http://www.salonhogar.net/
Consultado el 11/01/2017
Rhodes, Ron. Los Libros Apócrifos:Útiles Históricamente Pero no Pertenecen a la Biblia.
Disponible en internet: https://evangelio.blog/2012/07/23/los-libros-apcrifos-tiles-histricamente-pero-no-pertenecen-a-la-biblia/
Consultado el 09/01/2017
Garland B., Alfredo. La Septuaginta, el Antiguo Testamento de Judíos y Cristianos. ACIPRENSA
Disponible en internet: https://www.aciprensa.com/Biblia/septuaginta1.htm
Consultado el 05/01/2017
Plazas V., Nestor A. Los Libros Apòcrifos en el Antiguo y Nuevo Testamento.
Disponible en internet: http://apocrifos.fullblog.com.ar/los-libros-apocrifos-en-el-antiguo-y-nuevo-testame-361213800802.html
Consultado el 05/01/2017
0611Gabo. La Verdad sobre los Libros Apòcrifos. Parte 1,2 y 3
Disponible en internet: https://www.youtube.com/watch?v=d6uk_aXd3eg
Consultado el 05-01-2017
Muñoz, Leòn. Apòcrifos Bìblicos.
Disponible en internet: http://www.mercaba.org/Rialp/A/apocrifos_biblicos.htm
Consultado el 05/01/2017
Zavala-Perez. Los Libros Apòcrifos del Antiguo y Nuevo Testamento
Disponible en internet: http://apologetica.org/sitio/index.php/la-biblia/515-los-libros-apocrifos-del-antiguo-y-nuevo-testamento
Consultado el 05/0172017
Harris L. El Canòn de las Sagradas Escrituras.
Disponible en internet: http://www.lavozeterna.org/estudios/canon.htm
Consultado el 27/12/2016
Ramìrez, Favio. Los Misteriosos Evangelios Apòcrifos.
Disponible en internet: https://sites.google.com/site/galeriademisterios/home/evangelios-apocrifos
Consultado el 27/12/2016
S/A. Evangelios Apòcrifos.
Disponible en internet: http://www.lamentedecristo.com/uploads/2/8/2/8/2828797/sobre_los_textos_apocrifos.pdf
Consultado el 27/12/2016
S/A. Los Còdices y Papiros del Nuevo Testamento.
Disponible en internet: http://es.slideshare.net/sindone/los-codices-y-papiros-del-nuevo-testamento-6749517
Consultado el 10/12/2016
S/A. (2009). Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer.
S/A (1972). La Nueva Biblia Latinoamericana. Ediciones Paulinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario