miércoles, 1 de junio de 2016

CREACIÓN VS EVOLUCIÓN (V-1)



Suele suceder, cuando se plantea una discusión sobre el origen del universo, que existan individuos con posiciones encontradas.  Algunos creen que el Universo fue creado por un Dios todopoderoso, omnipotente, vivo y omnisciente, y otros asumen una postura más excéptica, alegando que la existencia de Dios es imposible de comprobar y que los que aceptan el creacionismo, suelen ser personas incultas, ignorantes y hasta ingenuas. 

Muchas de estas personas toman para sí los postulados de la ciencia y los asumen y aceptan como una verdad absoluta, e irrefutable.  Postulados tales como la teoría del big-bang, que la tierra tiene millones de años o que el hombre desciende del mono, son defendidos con verdadera vehemencia por aquellos que aman el método científico.  Ellos están plenamente convencidos de la veracidad de estas afirmaciones de la ciencia y de su cuasi infalibilidad.


¿Pero cómo funciona la ciencia?:

Un  día, un individuo llamado “científico, investigador, etc”. , imagina, razona, analiza y piensa, como ocurrieron u ocurren ciertos eventos.  Ipso facto,  elabora una teoría, sobre cómo pudo producirse el hecho que investiga.  Luego, crea una serie de Hipotesis, que indican con más precisión cómo (razona o imagina él) ocurrieron u ocurren ciertos eventos.  Paso siguiente, inicia su investigación teórica y/o de campo para comprobar a ciencia cierta si los eventos se han producido de la forma como lo plantea en sus hipótesis, o sea, si se han sucedido como él lo ha razonado.  Hasta aquí, todo bien.

Sin embargo, cuando se trata de investigar cómo se inició el universo, o qué edad tiene el planeta tierra, los científicos han encontrado muchos tropiezos, pues no han podido establecer un método o técnica, lo suficientemente eficiente y precisa, como para retrotraerse al origen de todas las cosas.

Es cierto que muchos investigadores han realizado grandes aportes al conocimiento humano, sin embargo; no es menos cierto que otros, se han dedicado a elaborar teorías, tras teorías para tratar de explicar, utilizando la metodología científica, y comprobar lo que simplemente por nuestra condición humana no podemos.

Antes de realizar esta narrativa, me ocupé de investigar sobre los postulados científicos que tratan de explicar el origen del universo, la edad de la tierra, e indagué sobre la teoría de la evolución.  Lo que me sirvió para darme cuenta, que la ciencia, es altamente sensible y variable.  Que lo que hoy es asumido como la gran y última verdad, en menos de diez años, deja de serlo, dando paso a una nueva teoría, o a un nuevo postulado emitido por el científico de moda, para el momento. 

No deja de sorprenderme entonces la actitud de muchas personas que defienden a ultranza los planteamientos científicos, y con mucha ligereza y falta de tacto, califican de ignorantes a aquellos que hemos decidido aceptar la teoría de la creación por fé.

Pero, ¿para qué se necesita más fé?.  ¿Para creer en la teoría de la creación?.  O para creer en la ¿teoría de la evolución?. 

Ambas son teorías.  Darwin y los que le han sucedido, por ejemplo, no han podido comprobar de manera fehaciente que el hombre tal como es hoy día, haya descendido del mono.  Ciertamente han hallado restos fósiles de distintos tamaños y con variaciones en su morfología, como la famosa:   Lucy, sin embargo, los científicos, no han podido comprobar que descendemos del mono.  No hay forma de hacerlo, por cuanto no nos podemos retrotraer en el tiempo para analizar con veracidad los diferentes grupos humanos o no humanos (monos) que surgieron a través de la historia del planeta.  No es posible, porque no podemos viajar en el tiempo.  Tan sencillo como esto.  Hasta ahora, solo existen MULTIPLES SUPOSICIONES, nada en concreto.  Pues si la ciencia hubiese podido probar que descendemos del mono, y que las especies evolucionaron unas de otras totalmente diferentes, simplemente, la Teoría de la Evolución, hubiese dejado hace tiempo de ser una TEORÍA, para convertirse en un AXIOMA O LEY

Con respecto al origen y edad de la tierra, he investigado, y he quedado sorprendida por la cantidad de teorías y teorías que han surgido a lo largo del tiempo que tratan dar respuesta a esta interrogante.  Los científicos utilizan distintos métodos, tales como el uso de la radioactividad para medir la edad de las capas de corteza terrestre, o el uso del método de carbono catorce para calcular la edad de un fósil o elemento orgánico.  Sin embargo, ninguno de sus métodos resulta suficiente para poder probar sus teorías.

Y es que muchos científicos son especialistas, , especialistas en defender sus postulados a toda costa, especialistas en justificar sus teorías, y en llegar a afirmar inclusive que tienen validez, aún cuando sus propios métodos resultan ineficientes, para alcanzar medir variables de tan inmensa magnitud, como lo pueden ser, por ejemplo:   saber cuál fue el origen del universo, o cuál es la edad real de la tierra.

La ciencia, parte de suposiciones, que en muchos casos no pueden ser comprobadas.  Como en parte de las investigaciones que utilizan el método de carbono.  ¿Porqué no pueden ser comprobados?, porque cuando se utiliza este método, se debe contar con objetos referentes históricos que permitan comprobar que la muestra en estudio, pertenecía a un tiempo histórico determinado.  Si no se cuenta con estos referentes, no se puede afirmar que la muestra pertenece a una edad o época específica.  Otro elemento, lo es por ejemplo, el hecho de que la eficiencia en el resultado de las pruebas C14, tiene relación, con la estabilidad de los radioisótopos C14 contenidos en las muestras.  Para medir esta estabilidad, los científicos parten de la suposición de que la atmósfera terrestre era estable para las fechas (antiguas) investigadas, suponiendo que ésta se ha visto alterada solamente desde un tiempo para acá.  Pero ¿cómo pueden afirmar cosa semejante?.  Esto, también es una suposición.  Pues no podemos estar seguros de que sea cierto. Como se ve, no todo lo que brilla es oro.  Ni todo lo que promueven los científicos es verdad.

¿Para qué se necesita más fé, entonces?..  ¿Para creer en un sin fín  de postulados y teorías, que tratan todas ellas  de explicar lo que no hemos podido explicar?. ¿O para creer en la sencilla palabra de la Biblia, que habla acerca del origen de los cielos y la tierra y también del origen del hombre?.

A los que tildan de ignorantes a aquellos que hemos decidido aceptar por fe las explicaciones de la Bilbia, Yo les reto a que investiguen.  Pero eso sí, háganlo con sinceridad, buena disposición y muchas ganas.  Y se van a sorprender de lo encontrarán.

Cientos y cientos de teorías que explican todas estas cosas.   Ninguna comprobable realmente.

Cabe aquí pues mencionar lo que dice la palabra en Job 38:4


¿Dónde estabas tú cuando Yo fundaba la tierra?.  Házmelo saber, si tienes inteligencia.





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