sábado, 2 de junio de 2018

Introducción a la Biblia




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La Biblia podría denominarse el Libro de los libros.  Fue el primer libro impreso. Ha sido el libro más leído, y también el más traducido de la historia; a más de dos mil cuatrocientas lenguas. Ha sido el libro que ha despertado la mayor cantidad de polémicas y el más perseguido. 


La primera edición impresa salió de la prensa de Johanes Gutemberg en el año 1455.  Desde esa fecha hasta ahora se han impreso cerca de cuatro mil millones de biblias y porciones de ella.


En la actualidad un alto porcentaje de la humanidad tiene la posibilidad de accesar a la Biblia en forma íntegra o a una porción de ella en su propio idioma.
Para los que creemos, la Biblia, es la palabra de Dios inspirada, revelada a los hombres. Y para los que no creen es simplemente un libro escrito por hombres. Sin embargo, cabría preguntarse aquí:  ¿si fuese un libro escrito simplemente por hombres, sin ninguna inspiración divina, porqué ha sido tan perseguida? ¿Porqué su contenido despierta en muchas personas la necesidad de rebatirla a toda costa?  Ningún otro libro escrito hasta ahora, ha sido receptor de tan fuertes críticas. Ninguno de los libros sagrados de las más diversas religiones. Ninguno. ¿Porqué?. ¿No será porque trata elementos verdaderamente esenciales y responde de una forma sencilla y clara a los más vitales temas que nos tocan como seres humanos?. Y es que para muchos que no aceptan la existencia de Dios, o que pretenden fabricar un Dios a su medida y conveniencia, afirmar que contamos ya con su palabra como guía directa, les resulta muy molesto, y hasta perturbador. 


La Biblia, contiene información tanto de los orígenes e historia de la raza humana,  como de lo que será su destino final, de acuerdo al plan perfecto de Dios. Lo que es muy difícil de aceptar para muchos.


Esta, presenta diferentes momentos de la humanidad, describiéndolos tanto desde el punto de vista histórico, como desde el punto de vista espiritual. Además es un libro completo, que inicia y cierra totalmente el ciclo de los temas fundamentales de que trata, en los 66 libros que la componen. 


Fue escrita por unos 40 autores durante aproximadamente 1500 años, en los idiomas hebreo, arameo y griego helenístico. Posiblemente desde el 1400 a.C. hasta el 98 d.C. 


A pesar de la cantidad de años, y multiplicidad de autores que participaron en la escritura de la Biblia, al leerse, queda en evidencia, que es un libro absolutamente cohesionado, que refleja un propósito fundamental: Darnos a conocer a Dios a través de su palabra, y revelárnos su plan de redención para la humanidad, a través de Jesucristo, su hijo; quien se constituye en la figura central. 


La palabra biblia viene del griego "biblion", que significa "libros"; y esta, viene de la palabra "biblos", que significa "rollo de papiro". Biblos, también es el nombre griego dado a la ciudad fenicia de Gebal, en la que se producía y comerciaba el papiro y otros materiales para escribir. 


La Biblia, se divide en dos secciones fundamentales:  El Antiguo y el Nuevo Testamento.  El Antiguo Testamento está integrado por 39 libros; y el Nuevo Testamento por 27 libros. 


La mayor parte del Antiguo Testamento se escribió en hebreo;  y algunas partes fueron escritas en arameo.  Este, contiene la promesa de redención de Dios.  Un Dios que eligió y ayudó de múltiples formas a un pueblo: Israel; a través del cual prometió serían benditas todas las naciones.


El nuevo Testamento, fue escrito en griego,"koiné" , que era el lenguaje común de la gente en el Imperio Romano.  Este, narra el cumplimiento de la promesa de redención de Dios, con el sacrificio santo de su amado hijo Jesucristo.  

Prometiéndose además, para aquellos quienes crean y  acepten ese sacrificio santo, y reconozcan y reciban a Jesús como Señor y Salvador, una vida perfecta y eterna a su lado. 


Ambos testamentos son considerados por los cristianos de inspiración divina, o en otras palabras, como la palabra de Dios inspirada. Al respecto Segunda de Pedro  capítulo 1, versículo 21, nos indica:  "porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo". Y Segunda a Timotéo, 3: 16 y 17, nos dice: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.



  LA PRIMERA TRADUCCIÓN DE LAS ESCRITURAS SAGRADAS JUDÍAS, NUESTRO ANTIGUO TESTAMENTO, AL GRIEGO. Y LA OBJECION A LOS LIBROS NO INSPIRADOS O APÓCRIFOS QUE SE LE INCLUYERON:


Para conocer la razón por la cual se hizo la primera traducción de las escrituras sagradas judias, nuestro Antiguo Testamento, precisamente al idioma griego, es recomendable que repasemos un minuto la historia de Israel, su división en dos reinos, del norte y del sur; y conocer que sucedió a ambos reinos. Con la muerte de Salomón rey de Israel, concluyó la unidad del imperio que el rey David su padre y predecesor, había logrado a través de sus conquistas. Roboam, hijo de Salomón, recibió también el reino de su Padre; pero su reino sufriría una rebelión y gran fractura, como consecuencia no solo del maltrato y altos impuestos que tanto su padre como él impusieron al pueblo; sino por la sentencia definitiva que Dios dictó en este sentido:  Dios, a través de su profeta Ahías, reveló que dividiria el reino de Roboam, entregando el control a Jeroboan, un ex-funcionario de Salomón, de 10 de las 12 Tribus de Israel; conservando tan solo dos bajo la dirección del Hijo de Salomón Roboam; la de Judá, la suya propia; Y la de Benjamín. Estas son, las dos tribus del sur.. (1° de Reyes 11: 29 al 35).


29. Aconteció, pues, en aquel tiempo, que saliendo Jeroboam de Jerusalén, le encontró en el camino el profeta Ahías silonita, y éste estaba cubierto con una capa nueva; y estaban ellos dos solos en el campo.   


30. Y tomando Ahías la capa nueva que tenía sobre sí, la rompió en doce pedazos.  


31. y dijo a Jeroboam: Toma para ti los diez pedazos; porque así dijo Jehová Dios de Israel: He aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón, y a ti te daré diez tribus.


32. y él tendrá una tribu por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén, ciudad que yo he elegido de todas las tribus de Israel.


33. por cuanto me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, a Quemos dios de Moab, y a Moloc dios de los hijos de Amón; y no han andado en mis caminos para hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos y mis decretos, como hizo David su padre.


34. Pero no quitaré nada del reino de sus manos, sino que lo retendré por rey todos los días de su vida, por amor a David mi siervo, al cual yo elegí, y quien guardó mis mandamientos y mis estatutos.


35. Pero quitaré el reino de la mano de su hijo, y lo daré a ti, las diez tribus.


Como lo indica 1° de Reyes, esta rebelión fue efectivamente dirigida por Jeroboam;  ex-funcionario de Salomón. Quien canalizando el descontento del pueblo, logró el apoyo de diez tribus de las doce tribus de Israel; tal como Ahías lo había predicho. Estas tribus, eran las que estaban asentadas hacia el centro y el norte del reino. 


Como producto de esta rebelión, Israel quedó dividida en dos reinos:  "El reino de Israel", propiamente dicho, que agrupaba a las 10 tribus del centro y el norte, que apoyaron a Jeroboam.  Y el reino de Judá, que agrupaba las dos tribus del sur, las de Judá y Benjamín, quienes tomaron posición por Roboam. (ver Primera de Reyes 12:21).


En el 722 a.C., el reino de Israel o del Norte, fue conquistado y destruido por el imperio asirio; y las diez tribus del norte fueron deportados a Nínive, perdiéndose luego su rastro.


En el año 586 a.C., Judá o el reino del sur, fue conquistado por Babilonia de los caldeos. Como producto de esta conquista, se produjo una diáspora judia, en la que gran parte de la población, sobre todo la de la nobleza, fue deportada a Babilonia. A ello se refiere comúnmente la expresión Cautiverio de Babilonia.  Muchos judios, sin embargo consiguieron huir a Egipto, Siria, Mesopotamia, o Persia.  


Setenta años después de la conquista del reino de Judá por parte del imperio Babilónico, el rey Ciro de Persia conquistó Babilonia y dió la libertad a los israelitas de regresar a Israel, terminando así con su esclavitud. Algunos  de ellos regresaron; pero otros se fueron también a Egipto, estableciéndose la mayor parte en la ciudad de Alejandría. Esta ciudad, contaba con la biblioteca más importante del mundo de la época. Buena parte de los judíos quedaron pues, disgregados entre la tierra de Israel y Alejandría. 


En el siglo III a.C., la lengua principal de Alejandría, era el griego. El hebreo cada vez se hablaba menos entre los judíos de la diáspora, razón por la cual surgió una gran necesidad de contar con una traducción al griego de las Sagradas Escrituras judias. 


De acuerdo a lo que narran algunos historiadores, en un barrio del este de Alejandría habitaba una importante comunidad judía, con la que el Faraón Ptolomeo II Filadelfo (308 al 246 a.C.), mantenía excelentes relaciones. Y es a este Faraón, a quien se le atribuye la decisión de ordenar la traducción de las Sagradas Escrituras Judías al idioma griego. 


No se conoce con exáctitud si las sagradas escrituras judías fueron traducidas al griego solo por la necesidad de los judíos alejandrinos de contar con esta traducción, o si se debe básicamente, como lo sugiere un documento denominado:  Carta de Aristeas, al deseo del Faraón Ptolomeo de contar en su biblioteca con un texto tan relevante. Pues al parecer, al tomar su decisión, se vió influenciado por la sugerencia de su bibliotecario Demetrio de Falero, quien le sugirió la conveniencia de añadir un texto de tan alta factura a la importante Biblioteca de Alejandría.   


La traducción se realizó a inicios del siglo III a.C. y se llamó la Traducción de los Setenta o Septuaginta; debido al número de traductores que trabajaron en la obra, (72). Ellos comenzaron traduciéndo la Torá, fielmente. Luego  tradujeron los libros de los Profetas,  o Nebim; y los Escritos o Kethubim,  de las sagradas escrituras judias, dándoles una nueva estructura, y variando ligeramente el texto original de acuerdo a su criterio; especialmente, en las cronologías; que no concuerdan con el texto original hebreo. 


Al final, al concluir la traducciòn, se incluyeron también otros escritos que no formaban parte de los antiguos textos judios.  Se trata de los libros denominados como "apócrifos" por la iglesia protestante, y como "deuterocanónicos", por la iglesia católica.  Se desconoce qué motivó que los traductores de la septuaginta, incluyeran más libros de los considerados como inspirados por los judíos de Israel.  Sin embargo, con el tiempo esta versión griega de las escrituras sagradas judías, septuaginta, llegó a tener añadidos 15 libros. Estos son los siguientes:  3 Libros (1, 2 y 3) de Los Macabeos, 2 Libros: 3 y 4 de Esdras, Libro  de Tobías, Libro de Judith, Libro de Baruc, Libro de La Sabiduría, Libro de Eclesiástico, Libro de La oración de Manasés, La Epístola de Jeremías, Libro de Enoc, Libro de Los Jubileos, y Libro de La ascensión de Isaías. 


En contraposición a esto, al final del primer siglo de la era cristiana, una escuela judía: La Escuela de Jamnia, ratificò. No establecio; sino que ratificò los textos hebreos antiguos en el denominado Concilio de Jamnia. Ellos afirmaron que el canon judio se había cerrado con los profetas Esdras, Nehemías, y Malaquías;  y no consideraron para nada como parte del canon los últimos libros que incluía la versión griega de las escrituras:  los llamados libros apócrifos, eclesiàsticos, ò, deuterocanònicos; como los calificaría posteriormente la iglesia catòlica en el siglo XVI.  Para determinar si un libro es o no inspirado, aquel Concilio estableció las bases siguientes: a) El libro debe estar de acuerdo con la ley de Moisés. b) Debe haberse originado en Palestina. c) Debe haber sido escrito en hebreo. d) Debe haberse escrito antes de la muerte de Esdras.


(Recordemos que canon, está referido a la palabra griega Kanón, que significaba vara o caña de medir.  Y que con el tiempo se constituyó en norma. En pocas palabras el canon, hace referencia a las escrituras sagradas o lista de libros admitidos, reconocidos y aceptados como la palabra de Dios Inspirada).


Los resultados de las discusiones de los rabinos de la Escuela de Jamnia, se conservan en el Talmud. Pero hay que hacer énfasis en que ellos no decidieron el canon, sino que simplemente ratificaron, frente a algunas objeciones, el consenso precristiano.  Es conveniente acotar que los hebreos afirmaban que Esdras había fijado el canon o lista de libros inspirados del Antiguo Testamento.  Los libros apócrifos en términos generales  fueron escritos entre el año 150 a.C. y el año 100 d.C. Al menos dos siglos después de la muerte de Esdras.  


Largo ha sido el camino que se ha recorrido en cuanto a la aceptación o no de los libros apócrifos.  Por ejemplo, la Biblia latina utilizada antes de la Vulgata Latina, fue la Vetus Latina, o versión latina vieja, cuyas traducciones del Antiguo Testamento provenian casi en su totalidad de la versión septuaginta griega.  La Vetus Latina, no fue traducida por una única persona o institución, y no tuvo una edición uniforme.  Por ello la calidad y el estilo de los libros individuales variaba. Ante esta circunstancia, en el año 382, el Papa Dámaso, le pidió a Eusebio Hierónimo, (San Jerónimo), hacer una revisión de estas versiones latinas de la biblia. 


Jerónimo, después iniciar el trabajo con el Antiguo Testamento, asumió que resultaba mucho más sencillo realizar una traducción directa del hebreo. Por lo que se fué a tierra Santa, estableciéndose allí durante 14 años.  Él, no pudo traducir los libros y escritos apócrifos porque no encontró sus originales cuya mayoría no fue escrita en hebreo.  Por esta razón, los tuvo que copiar de la versión latina antigua. Él, en lo particular, nunca aceptó que los libros adicionales fueran inspirados.   En sus prólogos, Jerónimo argumentó a favor de la "Veritas Hebraica"; es decir, la verdad del texto hebreo sobre las traducciones de la Septuaginta y la Vetus Latina. Se afirma que San Jerónimo fue el primero en acuñar el término "apócrifos", entre paréntesis "ocultos",  para los libros adicionales incluidos en las versiones griega y latina de la biblia. 

 
Desde el principio,  la hoy Iglesia Católica validó los textos apócrifos, apoyándose en la declaración de que formaban parte de un segundo canon:  "el canon de los judios alejandrinos"; más amplio que el canon original de los judios de Israel.  Fomentando así, la lista de los escritos incluidos en la versión griega "septuaginta" como una lista correcta de libros santos del Antiguo Testamento para la iglesia cristiana.


Así, se halló la justificación de tesis tales como la existencia del purgatorio; inferida de los libros apócrifos, y determinante en las actuaciones de la iglesia católica. Una de estas actuaciones, vergonzosa por demás, fue la venta de indulgencias a los fieles; hecho ampliamente conocido y que reprobó con mucha fuerza Martín Lutero en el siglo XVI.


Tradicionalmente la iglesia católica ha afirmado que los mismos judíos consideraban que existían dos cánones de los Libros Santos: El canon breve (afirmado en Israel) y el canon largo  (el alejandrino de la versión septuaginta). 


Para muchos teólogos, la versión de la existencia de un "canon judio alejandrino", resulta no muy probable y tiende a caer por tierra.  No así, la existencia del canon hebreo de las escrituras afirmado en Jamnia.  Los rabinos de la Escuela de Jamnia, aproximadamente en el año 95 d.C., afirmaron las escrituras hebreas antiguas. En su revisión, y como antes se mencionó, los rabinos de la Escuela partieron del hecho de que para el pueblo judio la palabra inspirada  ya había sido cerrada y no era más; ratificando todos los libros sagrados originales hebreos antiguos; y no considerando como válidos a ningúno de los libros apócrifos.  Sin embargo, lo más significativo de las conclusiones de estos rabinos, no fue que dejasen por fuera los libros apócrifos, marcando distancia con el cristianismo, como lo quiere hacer ver la iglesia católica.  Esto no fue el objetivo de su discusión; ya que de hecho no podían dejar fuera, lo que desde el principio para ellos nunca estuvo incluido.  Su principal conclusión, fue su resolución de reconocer como inspiradas solo las escrituras originales antiguas. En esta reunión se afirmaron los escritos que conforman la actual Tanaj o Biblia Hebrea.


Para muchos autores e historiadores, mantener la leyenda de la existencia de un  "canon largo Alejandrino" es insostenible; pues una cosa es que los judíos helenísticos utilizaran la Septuaginta, y otra muy diferente es que tuvieran otro canon distinto del Hebreo. Durante mucho tiempo se ha hablado del  “Canon Alejandrino” más amplio que el "Canon Hebreo". Sin embargo, no existe evidencia real de que tal canon: "amplio", haya sido aprobado y considerado así, por los judios alejandrinos.


No cabe duda de que la Septuaginta (versión de los 70), fue empleada corrientemente por los apóstoles, los escritores del Nuevo Testamento y los primeros cristianos. Pero este hecho no convalida la autoridad canónica de los libros apócrifos, o deuterocanónicos, por dos importantes razones:


La primera, es que en la época apostólica no había otra traducción al griego para utilizar, salvo la septuaginta; y esa era la utilizada por los apóstoles y primeros cristianos. 


La segunda, es que los escritores del Nuevo Testamento, que con bastante frecuencia citaron de la versión septuaginta las escrituras de los libros de la tradición antigua, jamás citaron como escritura a un libro apócrifo.  Y esto no se debe precisamente a que estos autores no los hayan conocido. Cabría entonces preguntarse:  ¿por qué?.


Teólogos orientales como Orígenes y Atanasio, insistieron en que se debían aceptar únicamente los libros del canon judío. Ya que para ellos para que existiera una concepción de canonicidad, un libro: debía ser recibido por todos; debía tener la sanción de la autoridad judía; y además debía ser adaptado más que a la edificación, a la "confirmación de la doctrina de la Iglesia". Jerónimo, por su parte, expresó también inquietud acerca de la autoridad de los libros apócrifos. Él, estaba de acuerdo con la posición judía, separando los libros adicionales que se encuentran en la Septuaginta en comparación con el canon judío.


Dieciséis siglos después de Cristo, Martín Lutero con la reforma protestante, rechaza también el canon Alejandrino fomentado por la Iglesia catolica, que incluye los libros deuterocanónicos o apócrifos; por no apegarse a las escrituras judias originales;  y adopta el canon de los judios, para el Antiguo Testamento.  En el caso del Nuevo Testamento, no parece haber habido desacuerdo en cuanto a los 27 libros que debían formar parte de él.  De este modo, la Biblia, para los protestantes, quedaría conformada por 66 libros, en lugar de los 73 que en definitiva aprobaron los católicos en el Concilio de Trento. 


Es necesario mencionar, que en 1546, la iglesia católica en el Concilio de Trento, afirmó el canón más largo para el Antiguo Testamento.  Yendo así en contra de la Reforma Protestante, cuando ésta buscó apegarse solo al canón judio.  Así, el Antiguo Testamento de la Iglesia Católica, incluye:  los libros del canon judio, más, 7 libros de los deuterocanónicos, adiciones al libro de Ester y al libro de Daniel, y el escrito denominado:  Carta de Jeremías.


Es bueno recalcar aqui, que si bien es cierto que los libros apócrifos se incluían en los manuscritos y en las primeras versiones impresas, no es menos cierto que esto no les confiere condición canónica, sino que simplemente da testimonio de un uso antiguo. El Concilio de Trento, con pretenciones de ser ecuménico, aunque no lo fue, tomó la decisión de incluir como parte del canon los deuterocanónicos en una forma dogmática.



LOS MANUSCRITOS DE LA BIBLIA


En el primer siglo la escritura se hacía sobre papiros. Este era obtenido de una planta que llevaba el mismo nombre. La nación que ha provisto mayor número de papiros es Egipto debido a su clima favorable para la conservación de estos. Los papiros se utilizaban en forma de rollos y se escribían por una cara.  Mucho más adelante, se comenzaron a usar los pergaminos, elaborados de piel de animales tratadas.  A mediados del siglo primero se comienzan a usar los códices con un formato similar al de los actuales libros. Estos, eran de más facil transportación y manejo que los rollos antiguos. Y se escribían por ambas caras. 


En las épocas antiguas, para garantizar la transmisión de la información escrita en los rollos de papiro, o posteriormente en los códices, se transcribía literal y cuidadosamente a otros rollos o códices nuevos, protegiéndola así del paso del tiempo.    Estas copias eran denominadas manuscritos, palabra proveniente del latín,  "manu scriptum" que significa escrito a mano. Solo algunos de estos manuscritos o fragmentos de ellos han logrado llegar hasta nuestras manos en la actualidad.  


PRINCIPALES MANUSCRITOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO:


1. El Pentateuco Samaritano


También se le llama Torá Samaritano. Consta de dos rollos. La comunidad samaritana alega que un rollo fue escrito por Abisha, bisnieto de Aaron en el año 13 después de la conquista de Canaan. Este es el llamado "Rollo de Abisha". El manuscrito más antiguo del rollo que se conoce lo datan en el siglo XI d.C.  Éste, està libre de influencia masorética,  está escrito en hebreo, en carácteres samaritános, y no contiene vocales.  


2.  Los Manuscritos Masoréticos:


Entre la comunidad judía, existíeron hombres expertos en la realización de la delicada y detallista labor de transcribir los rollos de las escrituras sagradas para su preservación en el tiempo. Ellos manejaban normas muy específicas y estrictas para garantizar que una copia fuera literalmente idéntica a su original, tratándose así de evitar alteraciones en los documentos que se deseaban preservar.  Masorético, proviene del término hebreo "Masorah", que significa tradición.  Y se refiere a la transmisión de una tradición. Los masoretas, eran rabinos y escribas estudiosos que compilaban el llamado texto masorético, el texto màs confiable del Antiguo Testamento. 
Es interesante destacar que el trabajo desarrollado por los masoretas es un trabajo extremadamente acusioso. Ellos no solo eran copistas o recensores, sino que detalladamente se aseguraban de que el texto copiado fuese idènticamente igual al original. 


Los manuscritos masorèticos mas antiguos son:  


1°. El Manuscrito de la Genizah del Cairo:  que contiene los Nebim (o libros de los profetas). Su colofón indica que fue escrito en el 895 d.C.  Presenta una masora fidedigna.


La Geniza es un lugar en el que los judíos destinaban los documentos y materiales sagrados en desuso. Estos, al ser textos sagrados y tener el nombre de Dios, no podían ser destruidos.  Y fue precisamente en El Cairo en donde  en 1890, se descrubrió la geniza de la antigua sinagoga de la secta judía de los caraista. En la geniza de la sinagoga de Ben Ezra, en El Cairo, se encontraron manuscritos que se datan de entre los siglos 10 y 13.  


También se le llama el códice de los Profetas, al contener solo el texto de los Profetas anteriores y posteriores. El colofón informa que fue escrito y anotado por Moisés Ben Asher.


2°. El Còdice de Alepo:  Llamado así por ser conservado en la cripta de Elías, en la gran sinagoga de Alepo.  Es el codice mas puro de la Tanaj o Biblia Hebrea. Data del año 930. Está incompleto al carecer de una buena parte de la Torá. Dañado por un incendio en la sinagoga en la que se encontraba en 1947, en ese momento se perdió casi una cuarta parte del contenido (hasta Deuteronomio 28). Es un texto que sigue fielmente los principios masoréticos judios.


3°. El Còdice de Leningrado:   (Codex Leningradensis, L) . Contiene la Tanaj o Biblia Hebrea completa y es fechado. Data del 1008.  Es el manuscrito completo más antiguo del texto masorético.   Es conocido como el manuscrito (B19a), y también como el Códice de San Petersburgo. Se conserva en la Biblioteca Nacional de San Petersburgo. Tras la desgracia del Códice de Alepo en 1947, queda como el único manuscrito antiguo completo del Antiguo Testamento. Se le ha mantenido el signo L, para evitar confundirlo con el otro manuscrito de San Petersburgo (P), el de los Profetas. Fue escrito en pergamíno.


Existen muchos otros manuscritos fragmentarios. 


Mención especial tiene el Papiro Nash:   Fragmento bíblico que  contiene los Diez Mandamientos en hebreo, seguido del Shemá Israel (oración que los judíos debían recitar diariamente).  Fue descubierto en 1902 en Egipto. Es datado en el siglo 2° antes de Cristo.  Es el fragmento más antiguo conocido. 


MANUSCRITOS DEL QUMRAM O  ROLLOS DEL MAR MUERTO.


Fueron hallados entre los años 1947 y 1956, en la región de Qirbet Qumram, al extremo noroccidental del Mar Muerto.  Se dice que los textos encontrados pertenecían a una secta que formaba parte del movimiento esenio que se retiró a vivir al desierto de Judá. Esto de acuerdo a la mayorìa de los investigadores.  

Estos documentos suman  más de 800, en distintos estados de conservación.  Los manuscritos en parte son textos bíblicos, del Antiguo Testamento, y en parte son textos religiosos no bíblicos de diverso signo, como reglas morales y legales. Del mismo modo se descubrieron textos de varios de los libros deuterocanónicos y pseudoepígrafos.  Posteriormente a este descubrimiento, continuaron las exploraciones encontrándose decenas de miles de fragmentos adicionales.  Según se cree, los manuscritos fueron parte de la biblioteca de una comunidad, cuya sede se encontraba en lo que hoy se conoce como Qirbet Qumran.  Y fueron escritos en distintas fechas:  Desde el 200 a.C., hasta aproximadamente el 68 d.C., fecha en la cual fueron ocultados en tinajas en varias cuevas a orillas del Mar Muerto. 


Los manuscritos bíblicos hallados en el Qumram, han proporcionado un texto varios siglos más antiguo que los de la Masora Judía tradicional. Su enorme importancia reside en el hecho de que estos rollos, que tienen unos mil años de diferencia con cualquier otro texto hebreo descubierto hasta la fecha, difieren muy ligeramente del texto que conocemos y usamos hoy. Esto comprueba la antigüedad y la autenticidad del texto masorético, escrito en el siglo X d.C.
Para estar seguros de la autenticidad y antigüedad de los textos, fue necesario llevar a cabo diferentes procedimientos de datación, los cuales comenzaron en 1949 y terminaron en 1991. Después de todos estos años, y gracias a la técnica del carbono 14, y a la datación espectométrica fue posible determinar su correspondencia con el periodo que va desde el 250 a.C. hasta el 70 d.C. Por lo tanto, se pudo establecer de manera definitiva que los rollos hallados en Qumrán se remontan a los últimos siglos de la época del Segundo Templo, también conocida como época helenístico-romana (siglo III a.C. al siglo 1° d.C.).


Se afirma que los escritos del Qumram formaban parte de una biblioteca, por que los manuscritos encontrados todos presentan un carácter muy homogéneo; evidenciando una gran unidad temàtica. 


Los manuscritos del mar Muerto han generado una enorme controversia desde su descubrimiento y mucha especulaciòn. Y ha sido muy lenta la ediciòn y publicaciòn de los textos. Restringièndose inclusive por un tiempo el acceso a dichos documentos. En la actualidad, el Museo de Israel, ha permitido que las fotografìas de los documentos estèn a la disposiciòn de la comunidad cientìfica internacional. 


La importancia de los manuscritos del mar Muerto, es que nos proporciona la posibilidad de analizar la fidelidad de la transmisión del texto bíblico, permitiéndonos confirmar hasta qué punto las escrituras que poseemos en la actualidad, se han mantenido fieles a las originales y no han sido manipuladas. 


Y precisamente los hallazgos del Qumram han proporcionado significativos aportes en este sentido; apoyando de manera definitiva la fidelidad de los textos bíblicos del antiguo testamento que manejamos.  Y lejos de hacer que la religión judía y cristiana se tambaleacen, resultó en un testimonio innegable de que las escrituras bíblicas se han transmitido con precisión extraordinaria a lo largo de los siglos.


Entre los escritos de Qumrán no se encontrò ningún texto del Nuevo Testamento ni tampoco ningún escrito cristiano. 


MANUSCRITOS MAS ANTIGUOS HALLADOS DEL NUEVO TESTAMENTO


Partes del Nuevo Testamento han sido preservadas en más manuscritos que cualquier otra obra antigua.  El primer manuscrito de un texto del Nuevo Testamento es un fragmento del Evangelio de Juan del tamaño de una tarjeta de visita; el Papiro 52 de la Biblioteca de Rylands. Este data de la primera mitad del Siglo II.


Los manuscritos más antiguos del Nuevo Testamento fueron escritos en papiro.  Proceden en su totalidad de Egipto. Datan de los siglos II a octavo, pero más de la mitad corresponden a los siglos III y cuarto. No existen manuscritos en papiro completos del nuevo testamento, sino solo hojas fragmentadas.  

La mayoría de los manuscritos del Nuevo Testamento completo son códices. 
Se trata de pergaminos copiados entre los siglos IV y nueve.  Los más conocidos son: 


El códice sinaítico:  


También llamado Alef.  Datado en el siglo IV d.C. fue descubierto en 1848 por un joven aleman llamado Constantin Tischendorf en el convento Santa Catalina del monte Sinai.  


Originalmente contenía la totalidad de ambos Testamentos, pero solo han llegado hasta nuestros días trozos de la Septuaginta y la totalidad del Nuevo Testamento. Fue probablemente escrito en Egipto.  De acuerdo a algunos autores el texto fue adulterado por los escribas en los siglos VI y 7°, por lo que ponen en duda su total confiabilidad.  


El Códice Vaticano


Contiene toda la Biblia en griego uncial (Antiguo y Nuevo Testamento), con algunas lagunas. Se sitúa su origen en Alejandría, Egipto. Aunque algunos lo sitúan en Cesarea.  


Conocido también como el códice B. Algunos exégetas afirman que  el código ha sido modificado en extremo, por lo que no resulta confiable. Al parecer también tuvo alteraciones en los siglos 8 al 10, por lo que tampoco se puede verdaderamente afirmar que es del siglo IV.


En un principio consistió con toda probabilidad de una copia completa de la Septuaginta y del Nuevo Testamento. Ahora es imperfecto, y consta de 759, delicadas hojas finas, de los cuales el Nuevo Testamento llena 142.


El Códice Alejandrino: 


Contenía toda la Biblia Griega, aunque le faltan algunos textos.  Se le data en el siglo V d.C. Fue traído a Europa desde Alejandría, razón por la cual lleva este nombre. Se le denomina código A, y contiene la Biblia del Canon católico, por lo que incluye los libros deuterocanónicos.




HECHOS INTERESANTES SOBRE LA BIBLIA


Al principio, en la Biblia no existía ningún tipo de división.  Tampoco habían las comas, puntos, o cualquier otro elemento del orden gramatical.  Es cierto, que la Biblia Hebrea, estaba dividida en versos, pero los versos no aparecían numerados.  Las divisiones en Capítulos de la Biblia, tal como las conocemos hoy, fueron agregadas por el Arzobispo de Canterbury, el Inglés, Stephen Langton, quien en 1220,  mientras enseñaba en la Sorbona un texto de la Biblia Vulgata, clasificó la Biblia en capítulos. La numeración de versículos se inició con el dominico italiano Santos Pagnino.  Posteriormente, el editor protestante francés Robert Estienne también conocido como Roberto Stefano, retoca la división realizada por Santos Pagnino, y completa su obra. Pagnino no había, “versiculado” los siete libros deuterocanónicos del Antiguo Testamento. Estienne publica el Nuevo Testamento versiculado en 1551, y la Biblia completa versiculada en fracés en 1553, divulgando así la nueva clasificación que terminaría imponiéndose. La primera Biblia que incluyó la división total de capítulos y versículos fue la Biblia de Ginebra, que, póstumamente a Estienne, fué publicada en 1560, en Suiza.


La Biblia, no sólo es única por su supervivencia durante los tiempos sin imprenta, sino también por la supervivencia bajo muchas acometidas implacables. 


Durante la edad media, que sucedió al imperio romano, la Iglesia Romana privó al pueblo de la Biblia tan eficazmente que durante siglos fue casi desconocida.  Para ese momento las Biblias eran quemadas en público, y la inquisición condenaba y martirizaba a quien se atreviera a leerla; lo que comenzó a cambiar con la reforma protestante en  Alemania.  A pesar de todas estas limitaciones y ataques, la Biblia se mantuvo y se mantiene firme.

Hasta que la primera Biblia impresa, salio de la prensa del inventor alemán Johanes Gutemberg en 1455, el que quería una Biblia, o parte de ella, tenía que copiarla o pagar a quien se la copiase, lo que resultaba extremadamente costoso.
Otro hecho interesante acerca de la Biblia es que Voltéir, racionalista francés, afirmó que pasados 100 años de su muerte el cristianismo y la biblia serían barridos; sin embargo, tan solo a 50 años de su muerte, la Sociedad Bíblica de Génova compro la casa y la imprenta de Voltéir para producir grandes cantidades de biblias. Más tarde la imprenta llegó a ser la sede central de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera. 




EL ANTIGUO TESTAMENTO DE LA BIBLIA CRISTIANA:


El Antiguo Testamento de la Biblia cristiana se puede dividir en 5 grupos de libros; como lo son:   El pentateuco, (que contiene 5 libros); los libros históricos (12 libros); los libros poéticos (5 libros); los libros de los profetas mayores  ( 5 libros) y los libros de los profetas menores  (12 libros);  completándose así los 39.
El Antiguo Testamento de la Biblia Cristiana, equivale al Tanaj o Biblia Hebrea. Esta, a diferencia del Antiguo Testamento cristiano, se divide, como antes se mencionò,  solo en tres grupos de libros: la Ley,  o Tora. Los Profetas,  o Nebiim; y los Escritos o Kethubim. Consta de veinticuatro libros, debido a que combina algunos libros que en nuestras traducciones aparecen como separados.


Grupos de Libros del Antiguo Testamento:


El primer grupo de libros del Antiguo Testamento lo conforma,  el Pentateuco; el cual está integrado por los libros de Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.    Este grupo de cinco libros constituyen la Ley de Israel o "Torá". 

En ellos se relata tanto el origen del mundo, como del pueblo de Israel. 


Descripción:


Primer libro del Pentateuco:  Génesis:   .


Su autoría se atribuye a Moisés. Los judios llamaron este libro "beresit", que significa "en el principio".  El nombre de Génesis, proviene de la traducción que se hizo del término beresit al griego, el cual se tradujo como "Geneseos", que significa comienzo u origen. Se estima que fue escrito alrededor del año 1400 a.C. Este libro narra la historia de la creación del mundo y del hombre, y la desobediencia y caída de este último; los orígenes de la civilización humana; la historia del diluvio universal; y la rebelión del hombre contra Dios con la construcción de la Torre de Babel. Presenta el pacto de Dios con Abraham y su promesa de redención para todas las naciones; describiendo la historia de los patriarcas de Israel (Abraham, Isaac, Jacob y José), y el surgimiento de la nación de israel.


Segundo libro del Pentateuco:  Éxodo:


Escrito por Moisés. Describe la aflicción de los judios en Egipto y su liberación por parte de Dios.  La partida de estos a la tierra prometida y la provisión permanente de Dios. Narra también el recibimiento de Moises de las Tablas de la Ley. 


En el éxodo Dios dictó leyes sobre los esclavos, violencia, restitución, así como humanitarias.  Este libro describe además, la desobediencia de Israel y la construcción del Tabernáculo de Dios.   


Tercer libro del Pentatéuco:  Levítico: 


Escrito por Moisés.  Expone las normas y leyes a seguir por parte de la clase sacerdotal, para los holocaustos y ofrendas a Dios. Se dan leyes sanitarias y de santidad, y Dios establece el día de la expiación y las fiestas solemnes del pueblo judio.  


Cuarto libro del Pentatéuco:  Números:   


Su autorìa se atribuye a Moisès.  El libro de nùmeros, relata la peregrinaciòn desde el monte Sinaí, donde se promulga la Ley, hasta la tierra prometida.  El mensaje fundamental de este libro, gira en torno a la promesa y el compromiso de Dios de llevar a la tierra prometida, a salvo y seguro, al pueblo de israel; y  tambièn a la falta de compromiso de ese pueblo para mantenerse fiel y obediente a Dios. La palabra números se deriva de Arithmoi, de la Septuaginta, y luego del Latín Numeri que traducido es Números.  El nombre hebreo del libro es "Bernidbar", que significa,  en el desierto. En las versiones occidentales de los escritos hebreos se le llamó Números, por que en él se narra como relevante la realización de dos censos al pueblo judio.  Conviene mencionar, el hecho de que las personas contadas en cada censo no fueron precisamente las mismas; pues un censo se realizó al principio de la odisea por el desierto, y el otro al final, antes de que Israel tomara la tierra prometida de Canaan; y entre ambos censos transcurrieron 38 años.  Y precisamente, de acuerdo a lo que narra el libro, solo dos personas de las contadas en el primer censo, pudieron entrar a la tierra prometida.  Estos fueron Josuè y Caleb, los dos espìas que aseguraron al principio de la odisea que los Israelitas sì podìan entrar a la tierra, aunque se hubieran visto en ella gigantes; porque simplemente contaban con la ayuda del Dios vivo.  Y esto vuelve a plantear el tema fundamental del libro:  La victoria està determinada por la obediencia.  O sea, que para disfrutar de las bendiciones de Dios, siempre se debe avanzar por fè en las promesas divinas.


La historia de Números es muy selectiva, porque se pasan por alto los mismos años de peregrinación y desobediencia. El libro se centra en sucesos que ocurrieron en los años dos y cuarenta despuès del èxodo.  La mayorìa de estos acontecimientos se llevan a cabo en el desierto. 


Quinto libro del Pentateuco:  Deuteronomio:  

Es un nombre derivado de dos palabras griegas, "deuteros" que significa segunda, y "nomos" que significa ley. Por lo tanto significa  "Segunda Ley”. Se llamó a sí, porque en el, Moisés reitera las leyes de Dios a la nueva generación de judios que está a punto de entrar a la tierra prometida de Canaan.  El libro termina con la muerte de Moisés.  Y salvo los pasajes que mencionan y describen su muerte, la escritura de este libro es atribuida a Moisés mismo. 


Éstos cinco libros del Pentateuco, mencionados, constituyen el fundamento o la base, que nos abren al conocimiento del resto de la Biblia.


El segundo grupo de libros del Antiguo Testamento son:  Los Libros Históricos:


Estos cuentan la historia de Israel desde que entró en la Tierra Prometida, hasta aproximadamente el año 400 a.C.  Estos libros son Josúe, Jueces, Rut, primer y segundo libro de Samuel, primer y segundo libro de Reyes, primer y segundo libro de Crónicas, libro de Esdras, Nehemías y Ester. 


-  libro de Josúe:  Narra la conquista de la tierra prometida por parte del pueblo de Israel. 

-  libro de Jueces:  Va desde la muerte de Josúe hasta el resurgimiento de la tribu de benjamín. Este libro trae a colación las consecuencias de la desobediencia del pueblo de Israel; a quien Dios había instruido claramente por medio de Moisés, que no debían dejar en la tierra que él les daba en poseción, a ninguno de sus moradores. Pues esto los haría pecar yendose en pos de sus dioses, lo que les traería ruina y desolación. El pueblo, sin embargo, desobedeció esta orden y terminaron apartandose de Dios en pos de los dioses de esos pueblos, tal como Dios les había predicho.  También expone el libro la misericordia de Dios, quien levantó jueces para liderarlos y ayudarlos a librarse de sus enemigos. 


-  libro de Rut:  Relata como una gentil de nombre Rut, por la fidelidad demostrada a su suegra, terminó por convertirse en miembro del pueblo de Israel, formando parte de la raíz genealógica de Cristo.


-  Primer libro de Samuel:  Este libro marca la culminación de la época de los jueces, con el nacimiento de Samuel, primer profeta. Al mismo tiempo indica el inicio de la época de los reyes, con la unción y el nombramiento de Saúl como primer rey de Israel. Samuel, unge y nombra a Saúl primer rey de Israel, por instrucciones de Jehová, quien daba así respuesta a la persistente solicitud de su pueblo de querer tener reyes que le gobernasen, al igual que el resto de las naciones. El libro, finaliza con la muerte de Saúl. 


-  Segundo libro de Samuel:  Narra la historia de David, sucesor en el trono del rey Saúl. Comienza con el ascenso de David al trono y finaliza hasta poco antes de su muerte. David era llamado un hombre conforme al corazón de Dios, pero como ser imperfecto cometió errores que tuvieron consecuencias para él. Sin embargo supo pedir perdón a Dios y humildemente aceptó su castigo. 


- Libros de reyes:


El Primero y Segundo Libro de Reyes, abarcan la historia de cuatro siglos del pueblo de Israel, del 1.000 al 600 a.C. En la Tanaj hebrea se presentan como un solo libro.


-  Primer libro de Reyes:  El primer libro de reyes Inicia con el reinado de Salomón y la construcción del primer templo judio. Además narra como el reino de Israel se divide en dos naciones:  el reino del norte de nombre Israel, y el reino del sur de nombre Judá.


-  Segundo libro de Reyes:   Continúa la narración de la historia de los dos reinos:  Israel y Judá, los cuales fueron conquistados y llevados cautivos.  Israel en el año 722 a.C., conquistada por los asirios, y Judá en el año 586 a.C., llevada cautiva por los babilonios.


- Libros de Crónicas:  


Estos libros, en cierta medida contienen la misma información de los libros 1° y 2° de Samuel y 1° y 2° de Reyes.  Sin embargo esta es presentada como una visión renovada de la historia del pueblo de Israel, muy apropiada para los judíos que regresaban del exilio babilónico, ayudándolos a entender la manera de adorar a Dios.


-  Primer libro de Crónicas:  Destaca el papel de David al promover la adoración y necesidad de obedecer a Dios en Israel.


-  Segundo libro de Crónicas:  Destaca el reinado de Salomón, lo del templo y el culto dentro de este.  Narra la historia de los reyes y también menciona la historia de Judá y su captura por parte de los babilonios.


-  libro de Esdras:  Narra el regreso de los judios de Babilonia, bajo el reinado de Zorobabel; y el culto en el tempo reconstruido. También narra el regreso del segundo grupo de exiliados que regresaron con Esdras.


-  libro de Nehemías:  Narra el regreso de Nehemías con el tercer grupo de exiliados y cómo ayudó a reconstruir los muros de Jerusalén.  También describe la promesa del pueblo de Israel de obedecer a Dios.


-  libro de Ester:  Narra la historia de una joven judía que se convirtió en reina de Persia, la cual, por la gracia de Dios, pudo prevenir un complot para destruir a los judíos.  Debido a estos acontecimientos se celebra la fiesta de Purím en Israel.  


El tercer grupo de libros que conforman el Antiguo Testamento son:  Los Libros Poéticos.


Los libros poéticos hablan del problema del sufrimiento y la necesidad de alabanza. También del cómo vivir cotidianamente en relación con Dios.


-  Libro de Job:  Narra la historia de Job. Al que Dios permitió a Satanás que lo probara mediante el sufrimiento. Sus hijos murieron, perdió sus bienes y su salud física, y fue herido profundamente en el área emocional por su esposa y  amigos. Él decide confiar en Dios y al final Dios restaura su vida notablemente.


-  Libro de Salmos:  Contiene cantos, poemas y oraciones sagradas.  Fue escrito por el rey David, Salomón y otras personas.  


-  Libro de Proverbios:  Son dichos sabios acerca de la vida. Fueron recopilados por el Rey Salomón y muchos fueron de su autoría.


-  Libro de Eclesiastés:  Es un sermón sobre la necedad del pecado y la sabiduría de vivir rectamente delante de Dios. Habla sobre la naturaleza transitoria de las cosas en esta vida.  Fue escrito por el rey Salomón.


-  Libro Cantar de los cantares:  Describe el amor puro entre un hombre y una mujer.


El cuarto grupo de libros del Antiguo Testamento son:   Los Libros de los Profetas Mayores.


Los profetas fueron predicadores de la justicia de parte de Dios. Muchos  fueron muertos por los reyes a causa de su predicación contra el pecado. Predijeron lo que pasaría, como 800 años antes de que Cristo naciera. 


El término de mayores, hace referencia al largo de los libros, no a su importancia.  Por medio de estos Dios advirtió a Israel que la juzgaría si no se apartaba del pecado y se volvía a Dios para adorarlo y obedecerlo.  Estos profetas vivieron entre los años 740 a 540 a.C.


-  Isaías:  Desde el 740 hasta el 680 a.C. Profetizó sobre el juicio de Dios contra otras naciones y contra Israel.  Durante el ministerio de Isaías, el reino del norte  (Israel), fue llevado cautivo por Asiria.  También se revela el regreso del pueblo de su exilio en Babilonia, la venida del Mesías y la liberación eterna del pueblo de Dios.


-  Jeremías:  Se anuncia en este libro el inminente juicio de Dios, llamándose al pueblo a arrepentirse y someterse a Dios.


-  Lamentaciones:  Es un canto fúnebre sobre la destrucción de Jerusalén, la desolación y el exilio.


- Ezequiel:   Profetiza sobre la inminente destrucción de Jerusalén  (que ocurrió en el año 586 antes de Cristo) y sobre el juicio de Dios sobre otras naciones. Escribió sobre el nuevo pacto, por medio del cual Dios daría a su pueblo un corazón nuevo, y lo investiría con el Espíritu Santo.


-  Daniel:  Exiliado en Babilonia.  Sus visiones muestran el plan redentor futuro de Dios en la historia. Predijo la venida del Mesías y eventos futuros.  Lo que Daniel predice, guarda una estrecha relación con las predicciónes del libro del Apocalípsis. 


El quinto y último grupo de libros que conforman los 39 libros del Antiguo Testamento son:   Los Libros de los Profetas Menores


Son doce y se escribieron entre los años 800 a 400 a.C. aproximadamente. y se escribieron en tres períodos.  El período del poder de Asiria ( libros de Oséas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, y Miqueas), el período de declinación de Asiria (libros de Nahúm, Habacuc, y Sofonías) y la era post exílica (libros de Hageo, Zacarías y Malaquías). 


-  Oséas: Fue escrito en los últimos días del reino del norte antes de la cautividad asiria. Oséas comparó la infidelidad de su esposa con la infidelidad de Israel a Dios, su esposo y Señor del pacto. Oséas proclamó el amor y la compasión de Dios por Israel, su esposa, y su anhelo de que se arrepintiera.


-  Joel: Profeta de Judá, comparó el juicio de una terrible plaga de langostas que en ese momento vino de la mano de Dios, con la venida del día del Señor, cuando Dios juzgaría a todos los pueblos.    . Joel instó al arrepentimiento y prometió que un día Dios derramaría su Espíritu sobre toda carne.


-  Amós: Era un hombre de Judá a quien Dios envió a profetizar contra el reino del norte en la cumbre de su poder bajo Jeroboam II. Amós acusó a los ricos de maltratar a los pobres, condenó su adoración que era sólo en ritualista y en apariencia y predijo el juicio que enfrentarían en el futuro.


-  Abdías: Predijo el juicio de Dios sobre la nación de Edom, el pueblo descendiente de Esaú. En el pasado esta nación había perseguido a Israel, pero en el futuro Israel sería liberada; el reino de Dios triunfaría.


-  Jonás: Contemporáneo de Amós, fue enviado por Dios a advertir al pueblo de Nínive que debía arrepentirse. Nínive era la capital de Asiria, enemigo principal de Israel. Por la predicación de Jonás, Nínive se arrepintió. Esto le enseñó a Jonás que Dios ama a todos los pueblos, no sólo a Israel.


-  Miqueas: Profetizó la caída del reino del norte y un juicio futuro sobre la desobediente Judá. Miqueas predijo que la gloria volvería a Sion por medio de la venida del Mesías.


-  Nahúm: Predijo la caída de Nínive, la capital de Asiria, como juicio de Dios por su crueldad. La predicción se cumplió en el año 612 a.C. cuando Babilonia conquistó Asiria.


-  Habacuc: Un profeta de Judá, percibió que Dios usaría a Babilonia para castigar a la malvada Judá y que, a su vez, juzgaría a Babilonia. Habacuc llegó a la conclusión de que, pasara lo que pasara, él confiaría en el amor y fidelidad de Dios que no falla.


-  Sofonías: Era un profeta en Jerusalén durante el reinado de Josías. Anunció la venida del día del Señor, cuando Dios castigaría a Judá y a las naciones, y profetizó una futura restauración de Israel.


-  Hageo: Contemporáneo de Zacarías, alentó a los judíos que habían vuelto del exilio para que terminaran de reconstruir el templo. Hageo prometió que Dios nuevamente habría de llenar el templo con su gloria, como lo había hecho en los días de Salomón.


-  Zacarías: Era otro profeta que había vuelto del exilio y cuyas visiones apocalípticas sirvieron de aliento al pueblo de Dios para que terminaran el templo. Los capitulos finales de este libro son visiones de la futura venida del Mesías, el rechazo que sufriría y su victoria final.


- Malaquías: Es el que cierra el canon del Antiguo Testamento, al ser considerado por los judios como el último profeta. Aparece 430 años a.C. El hace un llamado al pueblo de Israel para que no caigan en el desaliento y la incredulidad, al no haber visto cumplida la promesa de la restauración, y les advierte que tales promesas no han sido cumplidas, no por descuido de Dios, sino por el descuido del pueblo y los sacerdotes en cumplir con la ley del pacto. Aún cuando se habían apartado de la idolatría.


EL NUEVO TESTAMENTO


En los orígenes de la Iglesia, la transmisión oral de las enseñanzas de Jesús era la regla. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que fuese necesario poner por escrito estas enseñanzas.  Este fue el origen de los evangelios.  Por otro lado, los apóstoles al orientar mediante cartas a los diferentes grupos cristianos que seguían las enseñánzas de Jesús, fueron, dando origen a las Epístolas. 


Estos nuevos textos que transmitían las enseñanzas de Jesús y las de los apóstoles, fueron denominados después de un tiempo, Nuevo Testamento. El mismo fue escrito por ocho escritores.  El Nuevo Testamento, se puede dividir en cuatro secciones:  La biográfica  (representada en los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan.), la Historica  (en el libro de hechos de los apostoles), la Didáctica (representada en las epístolas) y la profética  (representada por el libro de Apocalípsis).


Libro de Mateo:


Es el primer libro del Nuevo Testamento. Fue escrito por Mateo antes del año 70 d.C. aproximadamente; y hace énfasis en Jesús como Cristo, Rey legítimo de Israel y Mesías prometido. Este evangelio, estaba dirigido inicialmente a la comunidad judía.  De allí que en el mismo aparezcan múltiples citas del viejo testamento destinadas a demostrar que Jesús es el Rey esperado de Israel, el Mesías. La genealogía con la que se inicia el libro también está destinada a demostrar que Jesús efectivamente es el Rey de Israel.


Libro de Marcos:


 Así como el evangelio de Mateo fue escrito para los judíos. El evangelio de marcos fue escrito para los gentiles.  Marcos presenta a Cristo como el hijo y siervo de Dios, con poder y autoridad, pero siempre ayudando y sirviendo a los hombres en sus necesidades. Es un Jesús dispuesto a morir en una Cruz, con la finalidad de salvar a la humanidad. El evangelio tiene una gran influencia del Apostol Pedro. 


Libro de Lucas:


Fue escrito por el Dr. Lucas, quien era médico.  Dirigido especialmente a griegos y gentiles, presenta a Jesús como el hombre. Perfecto. Misericordioso y salvador. Para Lucas Jesús trae la verdadera paz, la integridad tanto espiritual como física, la sanación y la reconciliación. Desde el punto de vista de la extensión de sus capítulos es el libro más largo del nuevo testamento. Aunque contiene menos capítulos que Mateo, por ejemplo, sus capítulos son más extensos.  Es considerado por los expertos como la primera parte de un trabajo en dos volúmenes, conjuntamente con el libro de Hechos de Los Apóstoles.  Este evangelio es también llamado como el evangelio de la oración, porque presenta a Jesús orando en los momentos más importantes de su vida, e indicando a sus discipulos sobre la necesidad e importancia de orar permanentemente sin cansarse jamás.


Libro de Juan:


Escrito por Juan el discipulo amado de Jesús. Presenta a Jesús de manera especial, como Dios hecho Hombre. Jesús totalmente Dios, y totalmente hombre.  El evangelio de Juan es diferente de los otros tres evangelios, pues su fin es mostrar a Jesús como el Hijo de Dios, con la misma esencia divina de Dios:  "Dios en Cristo".  El Hijo goza de la misma divinidad del Padre. En este evangelio se explica el concepto de Dios como Trinidad Divina.  El hijo es Dios, porque salió de Dios y en Dios no puede haber nada que no sea divino. El Hijo es la expresión del Padre y su imagen, no es otro Dios ni parte de Dios, sino Dios mismo. Este evangelio es un recordatorio de que los seres humanos debemos vivir por fé y que solo a través de la fé en Jesús, alcanzaremos la salvación. En este evangelio, la obra del Espíritu Santo toma un lugar relevante, pues  Él tomará el lugar de Cristo cuando este haya regresado al Padre, ayudando a los discipulos y a todos los creyentes.  El Espíritu Santo  es llamado aquí por Jesús:  "El Consolador".


Libro de los Hechos:


Fue escrito por Lucas.  Habla sobre la ascensión de Jesús y el bautismo del Espíritu Santo.   El libro comienza con la ascensión de Jesús al Cielo, pasando luego a narrar lo que sucedió con algunos de los discipulos después de esto. Narra las primeros años del ministerio de Pedro, y luego se enfoca en la conversión y el ministerio de Pablo. Aquí se nos presentan todas las cosas que después de su ascensión Jesús siguió haciendo en este mundo por medio de su Espíritu Santo y a través de sus discipulos. En este libro aparecen los principios de la organización de la iglesia cristiana.  Su relato cubre un período de aproximadamente 30 años d.C.  Es la continuación del evangelio de Lucas.


Las Epìstolas:


A los Romanos:


Fue escrita por el Apostol Pablo aproximadamente en el año 56 a 58 despuès de Cristo. Es un libro muy importante. Que aclara las dudas sobre la justificaciòn por la fè. Por causa de los problemas de división que existían entre los judíos y los gentiles, Pablo explica la fe en  Jesús en esencia, y que somos uno en Él:  "El justo por la fé vivirá" (Romanos uno versiculo 17).  Está dirigida a los miembros de la iglesia de Roma. 


Primera Epìstola a los Corintios:


Escrita por Pablo en Éfeso en el año 55 d.C. para la Iglesia de Corinto,  compuesta mayormente por gentiles. Trata sobre divisiones causadas y sobre el pecado de la inmoralidad  sexual en el pueblo de Dios. En ella, el Apostol Pablo, llama a los santos a apartarse, del pecado y de la inmoralidad, destacando a su vez la posición de Jesús como único Señor, por lo que no existen razones para que hayan divisiones. En esta carta también encontraremos una exposición de la verdadera doctrina de la resurrección.


Segunda Epìstola a los Corintios:


Fue escrita por Pablo en Filipos, en el año 56 d.C. aproximadamente.  Dirigida a los corintios, la misma expresa la satisfacción de Pablo por el arrepentimiento manifestado por estos a raíz de haber recibido la primera carta.  También en ella habla contra los falsos maestros, creyentes judaizantes que rechazaban su autoridad; por lo que compara el evangelio con la ley, destacando la excelencia de este. En esta carta Pablo defiende su apostolado. 


Epìstola a los Gálatas:


Fue escrita por Pablo aproximadamente en el año 57 d.C. a las iglesias en Galacia.  Con ella el Apostol sale al paso a los cristianos judaizantes que pretendían que los miembros de la iglesia cumplieran con ritos y ceremonias judías. Pablo en contraposición a esto, afirma la doctrina de la justificación por la fé, indicando con claridad qué es el evangelio.  Desarrollando así, la doctrina de la independencia cristiana con respecto al judaísmo y planteando además la eficacia total de la salvación que se obtiene solo a través de Cristo.  Por esta razón la carta es llamada: La Carta Magna de la libertad cristiana.


Epístola a los Efesios:


Escrita por Pablo aproximadamente entre el 61 ó 63 d.C. Habla del propósito eterno de la redencción de Dios al hombre y de la salvación por medio de la gracia.   La carta reafirma la naturaleza de la iglesia. Enseña acerca de las principales características de la iglesia, su fundamento apostólico, los ministerios, la forma de edificar la iglesia.  Presenta a la iglesia como cuerpo de Cristo, como familia de Dios, como templo del Espíritu, como la desposada de Cristo, etc. También enfatiza la importancia de la unidad, la santidad y el uso de dones espirituales. El apóstol procura que la congregación tome conciencia de la lucha contra los ataques del maligno, los cuales deben combatir con armas espirituales.


Epístola a los Filipénses:


Escrita por Pablo aproximadamente entre el  61 ó 63 d.C.  Es llamada también "La Epístola de la Experiencia Cristiana", porque ella habla de la experiencia cristiana desde el nivel espiritual que todos debieramos tener. La carta, aunque la contiene, no se centra en la doctrina, sino más bien en la manera de experimentar a Cristo. Esto se evidencia en Filipénses 1:20 que expresa en una parte del versículo:  "...ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte"; y también en el versículo 21 en el que afirma  "porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia". Con estas palabras Pablo nos exhorta a magnificar y engrandecer a Cristo, viviendo según él. Pablo también expresa en esta carta el agradecimiento y afecto profundo que tiene por los miembros de la iglesia en Filipos.


Epístola a los Colosénses:


Escrita por Pablo aproximadamente entre el 62 ó 63 d.C. Es una exhortación a la fé. Pablo escribió esta epístola con el firme propósito de denunciar y refutar, la herejía de las falsas doctrinas que amenazaban la iglesia de Colosas. Tales herejías eran una mezcla de ocultismo pagano, legalismo judío y cristianismo. Cuyos errores recuerdan una antigua forma de gnosticismo, el cual ponía en duda la supremacía de Cristo. Enseñando que Jesús no era plenamente Dios ni hombre, sino uno de los seres semidivinos que servían de puente para salvar el abismo existente entre Dios y el mundo. Pablo, con esta carta combativa en su tono, instruye a los colosenses en la verdad y les alerta acerca de los peligros de regresar a los vicios paganos.  


La Carta a los Colosénses es el libro del nuevo testamento que defiende con más cabalidad el Reinado Universal de Cristo. Además, en ella se insta a los colosenses a fomentar la armonía y el amor mutuos. Esta carta es muy semejante a Efesios por su lenguaje y contenido. 


Primera Epístola a los Tesalonicénses:


Escrita por Pablo en el año 51 d.C. aproximadamente. Además del agradecimiento manifiesto que Pablo expresa a los tesalonicenses por su fidelidad.  La carta está dirigida a ayudar a los nuevos creyentes a prepararse para la venida del Señor, a pesar de la adversidad y gran persecusión.  El punto principal que Pablo repite una y otra vez es que debido a que Jesús viene, hay que prepararse.  También Pablo ofrece consejos a los creyentes sobre cómo vivir de una manera santa de acuerdo la voluntad de Dios. 


Segunda Epístola a los Tesalonicénses:


Escrita por Pablo en el año 52 d.C. aproximadamente. Pablo escribe para aclarar los malentendidos que tenía la Iglesia de Tesalónica con respecto a la segunda venida del Señor, ya que ellos pensaban que ya había ocurrido. Pablo con esta carta les aclara y les consuela. También habla acerca de la apostasía que tendrá lugar antes de la segunda venida de Cristo.


Primera Epístola a Timoteo:


Escrita por Pablo en el año 64 d.C. Es una de las tres epístolas pastorales. La razón principal por la que Pablo la escribió era solicitarle a Timoteo, lider de la iglesia de Éfeso, que detuviera la influencia de ciertos falsos maestros.  No obstante, en ella también le da instrucciones, para adelantar su trabajo de evangelización, explicando además la organización ideal de la iglesia y las cualidades que deben tener quienes aspiran a ocupar las diferentes posiciones. Algunos eruditos bíblicos, que consideran que detener la influencia de los falsos maestros es la razón principal de la carta, también mantienen la posición de que era precisamente con el orden de la iglesia con la que Timoteo podría lograr este objetivo. 


Segunda Epístola a Timoteo:


Escrita por Pablo en el año 65 d.C. Es una epístola pastoral. La escribió desde la cárcel, esperando el cumplimiento de su muerte. Es la última epístola escrita por él.  En ella animaba a Timoteo a estar firme y continuar su trabajo en Éfeso, manteniendo limpia la iglesia de las falsas enseñanzas. Todo esto en medio de la gran oposición.


Epístola a Tito:


Escrita por Pablo.  En ella se instruye a Tito sobre sus deberes como evangelista. Tito, quien era gentil, era el pastor de la iglesia de Creta. Pablo le escribe para animarlo y aconsejarlo, ya que su iglesia estaba pasando por un tiempo de dificultades. La carta a Tito tiene tres temas fundamentales:   “la organización de la iglesia”, “la sana doctrina” y “la vida santa”.  Aunque fue escrita antes de las epístolas a Timoteo, esta carta también es uno de los últimos escritos de Pablo.  La epístola de Tito es también una epístola pastoral.


Epístola de Pablo a Filemón:


Fue escrita entre los años 60 ó 64 d.C.  En esta carta podemos aprender mucho acerca de la manera como se manifiesta el amor cristiano. Fue enviada a Filemón, un amigo cristiano de Pablo, que vivía en Colosas. Filemón tenía un esclavo que se llamaba Onésimo, que se escapó robándole algún dinero, hallando después el camino a la ciudad de Roma y allí, de alguna manera, se puso en contacto con el apóstol Pablo, siendo salvo. Pablo aunque le tomó como su ayudante allí, en Roma, se propuso mandarle de nuevo a Filemón; de modo que le escribió a este esta amable carta pidiéndole que perdonara a Onésimo y lo recibiera como su hermano en Cristo. La carta fue enviada con el mismo Onésimo.


Epístola a los Hebreos:


No se conoce con exactitud quién fue su autor. Algunos eruditos apoyan la opinión de que fue el Apostol Pablo, mientras que otros lo atribuyen a Lucas, ó Bernabé, ó Silvano, ó Apolos, ó Felipe, ó Priscila, entre otros . Fue escrita  entre los años 67 ó 69 d.C. a los judíos convertidos al cristianismo.  Pretende demostrar la superioridad del evangelio sobre la ley mosáica.  Es el único libro en el Nuevo Testamento en el que nuestro Señor es presentado en Su posición como Sumo Sacerdote, es la gloria suprema de Cristo, el Hijo de Dios y el Hijo del Hombre. Enfáticamente el autor señala que Cristo es superior a los profetas, los ángeles, Moisés, Josué, y Aarón. Dios había hablado a través de cada uno de ellos, ¡pero ahora Él ha hablado a través de Su Hijo!


Epístola de Santiago:


Su autoría es atribuida por la mayor parte de historiadores bíblicos a Santiago, hermano de Jesús entre los años 44 ó 45 d.C. Y habla acerca del carácter de la fé. Expone criterios para una  religión práctica, manifestada en las buenas obras, en contraste con la sola profesión de la fe. Estaba dirigida a una población que según algunos historiadores era mayormente judia, con el propósito de instruirlos en la fe cristiana y para cobijarlos de la tentación mundana. No tiene la pretensión de ser un tratado teológico, sino más bien es una simple presentación bastante sobria de los principios cristianos, para exhortar a sus lectores de resistir a los pecados particulares a los que se enfrentaban en la época. Exhorta a que vivamos de tal modo que seamos aprobados por Cristo. Por su carácter práctico, esta carta ha sido calificada como "el Evangelio del Sentido Común".  


Primera Epístola de Pedro:


Fue escrita por Pedro probablemente en algunos de los años que van del 64 al 67 d.C. En ella Pedro anima a los cristianos a que superen las pruebas, permaneciendo vigilantes y siendo fieles ante la persecusión. El gran tema de esta epístola de Pedro es la esperanza cristiana en tiempos de sufrimiento. Con esta carta Pedro da testimonio de la verdadera gracia de Dios. 


Segunda Epístola de Pedro:


Escrita por Pedro aproximadamente en el año 66 d.C. En ella Pedro exhorta a los cristianos a cuidar su salvación y su vida misma. Los insta a ser prudentes respecto a las enseñanzas que han recibido, ya que abundan los falsos maestros. La carta, contiene muchas referencias a la segunda venida de Cristo. Por lo que podría afirmarse que el objetivo decisivo de Pedro, con esta carta recordatoria además de poner fin a los falsos maestros, es llamar la atención a los cristianos, de que la segunda venida de Cristo es un acontecimiento divino de un significado muy serio e importante.


Primera epístola de Juan:


Es una homilía doctrinal.  Fue escrita principalmente para corregir herejías y afirmar las cualidades de la vida cristiana. En ella Juan, desenmascara a los falsos maestros y busca limpiar a la iglesia de las enseñanzas gnósticas, que eran totalmente anticristianas, en las que se jactaban de poseer un conocimiento superior. Aceptando la deidad de Cristo, pero negando su humanidad.  


Segunda epístola de Juan:


Escrita por Juan alrededor del año 90 d.C. La epístola hace énfasis en la verdad del evangelio. Fue dirigida a una mujer cristiana acerca de cómo enfrentarse con los falsos maestros que existían en aquellos días.


Tercera Epístola de Juan:


Escrita por Juan alrededor del año 90 d.C. La tercera epístola de Juan nos ofrece una panorámica de la vida en la iglesia primitiva, acompañando de forma maravillosa a la segunda epístola. Fue escrita a un hombre cristiano acerca de cómo debía atender a los verdaderos maestros que viajaban de un sitio a otro proclamando la palabra de Dios. 


Epístola de Judas:


Escrita por Judas (no el Iscariote). Denuncia a los falsos maestros. Judas es el único libro dedicado totalmente a la gran apostasía. Judas escribe que las malas obras son la evidencia de la apostasía. Él nos exhorta a contender por la fe, porque los falsos profetas están en la iglesia y los santos están en peligro. La carta fue evidentemente escrita más que todo para advertir a la iglesia contra los maestros inmorales y las herejías alarmantes que estaban poniendo en peligro la fe de los creyentes. Nos dejó el relato más vívido que tenemos sobre la apostasía. Describió intensamente las terribles condiciones que se aproximaban en el futuro: Los apóstatas se habían introducido en la iglesia. 


Apocalípsis:


Fue la revelación que Jesús le dio al Apóstol Juan sobre los hechos que habrían de acontecer al final de los tiempos. Habla de los juicios de Dios sobre la tierra y los hombres, sobre el establecimiento del reinado milenial de Jesucristo aquí en la tierra. Sobre la batalla final, o batalla de Armagedón. Acerca del tribunal de Cristo donde serán evaluados todos los creyentes, y el juicio ante el gran trono blanco de Dios, donde serán juzgados todos los hombres vivos y muertos. Indica el destino final de satanás, la bestia y el falso profeta en el lago que arde con fuego y azufre. También habla sobre la muerte segunda para todo aquel que no se halle inscrito en el libro de la vida del cordero, siendo lanzados en el lago que arde con fuego y azufre, con satanás y sus ángeles. Asegurá la victoria final del evangelio de Jesús y de su iglesia y la desaparición del cielo y la tierra que conocemos. Indica que Dios, creará un cielo nuevo y una tierra nuevas, donde descenderá la Nueva Jerusalén y Él mismo establecerá su tabernáculo para morar con nosotros. 

viernes, 1 de junio de 2018

El Perdón de Cristo...

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"Padre Perdónalos porque no saben lo que hacen"


Esta frase que dijo Jesús al ser crucificado, que la mayoría solemos creer la dijo solo por ser santo, bueno y amarnos con todo su corazón,  tiene múltiples significados.  Es cierto que él es santo, bueno y nos ama con todo su corazón; pero también, si profundizamos más allá en el significado de esa frase, encontraremos la disyuntiva de:  ¿Porqué pidió perdón para todos, inclusive para los que lo crucificaron?.  Si el sabía además que ellos de ninguna manera habían aceptado ni recibido el mensaje de salvación que el vino a predicar, ni que tampoco probablemente en su mayoría  lo aceptarían o recibirían durante toda su vida.  No pudiendo ser salvos en consecuencia, ni volver al encuentro con él y con El Padre.


Las palabras de Jesús van más allá. Cuando el dijo  "Padre perdónalos porque no saben lo que hacen" estaba no solo dando una muestra de su misericordia y deseo de perdón para todos. Sino también afirmando lo siguiente:  "Hermanos míos.  Entiendan que Dios es el creador del universo, el poderoso, omnisciente, que todo lo ocupa y nada está fuera de sus manos.  Él creó todo.  Dios creó todo.  Dá la vida, forma todo.  Todo, absolutamente todo está bajo nuestra mano.  Nada escapa de nosotros.


Rechazarnos como Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.  No querer escucharnos, escapar de nuestra palabra. No querer recibirnos (tal vez metafóricamente también expresaba Jesús con esta frase), sino querer ir por su propia cuenta, no es menos que una locura. Es ir directamente al abismo, a la muerte, o sea al infierno.  Donde no está la presencia de Dios como fuente de vida.


El castigo del infierno, y posteriormente,  el que vendrá,  el lago que arde con fuego y azufre.  No es otra cosa que estar en un lugar en donde no está presente Dios proporcionando todo lo bueno que existe; la vida.  


Nuestro Señor Jesucristo dijo en la cruz  "Padre perdónalos porque no saben lo que hacen", plenamente consciente de las terribles, horribles y eternas consecuencias de las decisiones o elección que haciendo uso de su libre albedrío, muchos habían tomado, y siguen tomando en la actualidad.  Los que por muchas razones no habían querido escuchar u obedecer su voz, que es la voz del Padre.  "Padre perdónalos porque no saben lo que hacen" además de ser una frase de misericordia por parte de Jesús, de perdón y amor.  También en otro sentido es una frase lapidaria, porque el que no sabe lo que hace, perdió la dirección, no sabe a dónde va, decidió mal, eligió mal. El que no decide por Dios, sino seguir por cuenta propia, elige para su morada eterna un lugar sin la provisión y bendición de Dios. Dios, de allí ha retirado sus dones y protección.  De este acto, solo puede quedar un lugar de dolor, sufrimiento y destrucción absoluta y eterna.  


Padre perdónalos porque no saben lo que hacen, encierra muchas verdades y no una sola.  Y a esto hay que agregar que Jesús, en su infinita sabiduría, sabía las consecuencias de las decisiones de estas personas y movido a misericordia, pidió al padre que los perdonara. Pero para ser perdonado, el mismo individuo que comete la ofensa debe saber que debe pedir perdón; pero muchos han elegido, eligen y eligirán no hacerlo.  Decidiendo permanecer separados.  Y Dios, quien no traspasa, nisiquiera el mismo la libertad que nos dió a todas sus criaturas con el libre albedrío, nos permite decidir, elegir.


Dios es justo en una dimensión que nosotros no podemos entender. Es justo, porque nos permite permanecer en el camino que voluntariamente elegimos. Respeta nuestra elección.  Y es justo porque hace justicia al castigar al mismo tiempo de una forma que escapa de nuestra comprensión en esta doble dimensión,  toda la maldad que haciendo incorrecto uso de esta libertad, hemos ocasionado al mundo.


Es curioso.  Así como las palabras de Jesús apuntan y aciertan en múltiples direcciones,  la justicia del Padre; también.