domingo, 29 de marzo de 2015

EL PECADO ORIGINAL: ¿FUE TAN SOLO LA DESOBEDIENCIA?


La mayoría de las personas, ya sea por tradición, o por su propio conocimiento de lo que dice la Biblia, creen y afirman que Adán y Eva pecaron al comer del fruto del árbol prohibido.

Aunque esto no deja de ser cierto, desde el punto de vista físico.  Desde otro punto de vista, el espiritual, Adán y Eva, pecaron mucho antes. 

Ellos, en su mente y corazón, pusieron más atención a lo que les dijo la serpiente, que a lo que les había recomendado Dios:  Que no comiesen del árbol.

Adán y Eva, entonces,  pecaron mucho antes de comer el fruto. Pecaron al dejarse seducir en su corazón y mente por las palabras de la serpiente, pues dice Génesis 3:4-6, "(4) Entonces la serpiente dijo a la mujer:  No moriréis; (5) sino que sabe Dios, que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. (6) Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella".

El pecado original no fue, entonces, solo la desobediencia como muchos afirman, y creen. Allí, estuvo presente primeramente la ambición, la codicia de querer hacerse igual a Dios. Y esto era de esperarse, pues satanás, quien los tentó, había pecado al querer ocupar el lugar mismo de Dios.  Y supo transmitir este mismo deseo a Eva.

La buena noticia es que Dios conocía nuestra debilidad para resistir al malo y al mal, y desde antes que pecásemos había creado un plan de salvación, a través de su hijo Jesucristo hombre.

Génesis 3:6, nos muestra, pues, que el hombre codicia (ambiciona) primero y luego desobedece, y esto, tiene consecuencias inmediatas y mediatas sobre él y sobre todo lo creado en la tierra.  

Si la acción del hombre hubiese sido no comer del árbol, o sea, alejar la codicia de su corazón, las consecuencias serían, que aun estuviéramos en el Jardín del Edén, o Paraíso. Pero Adán y Eva codiciaron, y escogieron desobedecer, aún cuando sabían que esto podía llevarlos a la muerte.

(Del mismo modo es en nuestras vidas, toda acción y decisión que ejecutamos o tomamos tiene una consecuencia.  Es por ello que siempre conviene pensar bien cada paso que damos y cada decisión que tomamos, pues hay decisiones que nos conducen a la muerte, y otras que nos conducen a la vida).

Sin embargo, Dios, en su infinita misericordia, después de haber visto el pecado de Adán y Eva y haberles dicho cuáles eran las consecuencias, (Genesis 3:16-19),  los vistió con pieles, para que no los atormentase su pecado (Genésis 3:21). Y siguieran sintiéndose avergonzados por estar desnudos. (Génesis 3:7).

Dios, siempre ve nuestro pecado, y sabe perfectamente cuanto nos destruye.  Y como nos ama, nos ha puesto siempre, pone y pondrá en el camino distintas formas de ayuda. Esto incluyó e incluye su ayuda perfecta:  La que nos brinda a través de su hijo Jesucristo, quien para el perdón de nuestros pecados murió en la cruz.

Cuando creemos, pues, a Jesús, y le recibimos y aceptamos como Señor y salvador, siguiéndole con fé y determinación, conseguimos siempre el apoyo, la ayuda idónea para deshacernos de aquello que nos agobia, que nos martiriza, que nos aprisiona y que nos destruye:   El pecado

Recordemos que cuando Adán y Eva pecaron, no cometieron un solo pecado, sino que al mismo tiempo cometieron, todos los pecados que ha padecido y padece la humanidad desde el principio. Solo era una cuestión de tiempo, el que éste se manifestase en todas sus variantes. 

Pero gracias a Dios y a su plan perfecto de redención; en Jesús, tenemos siempre la fortaleza, para librarnos y seguir adelante, viviendo en consecuencia una vida plena y espiritual.

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Génesis 3: 1-21

Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: Con que Dios os ha dicho: No comais de todo árbol del huerto?.  Y la mujer respondió a la serpiente:  Del fruto de los arboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que esta en el medio del huerto dijo Dios: No comeréis de el, ni le tocaréis, para que no murais.

Entonces la serpiente dijo a la mujer: No morireis; sino que sabe Dios que el día que comáis de el, serán abiertos vuestros ojos. Y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomo de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos, entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.

Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los arboles del huerto.

Mas Jehová Dios llamo al hombre y le dijo:  Donde estas tu?.

Y el respondió:  Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.

Y Dios le dijo: Quien te enseño que estabas desnudo?  Has comido del árbol que Yo te mande de no comieses?.

Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.

Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: Que es lo que has hecho?. Y dijo la mujer:  La serpiente me engaño, y comí.

Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita seras entre todas las bestias y entre todos los animales del campo, sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.

Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tu la herirás en el calcañar.

A la mujer dijo:  Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo sera para tu marido, y el se enseñoreara de ti.

Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol que te mande diciendo: No comerás de el; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.

Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.

Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuistes tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.

Y llamo Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.

Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.




jueves, 19 de marzo de 2015

GENESIS - LA CREACIÓN


Todo aquel que quiera comprender de modo general el maremagnun que trae la vida, le conviene revisar antes que cualquier cosa los primeros cuatro versículos de la Biblia.  (Gen 1:1-4).  Ya que en ellos, en una forma sencilla, se resume perfectamente todo lo que se revela después detalladamente en el resto del libro.

(Por su puesto, no quiero polemizar con los que  encuentren por causalidad estas palabras, y no admitan la veracidad y autoridad de la Biblia, como libro que explica nuestro origen, historia, presente y futuro. Solo expongo mi punto de vista).

En los dos primeros versículos del Genesis se dice:

1.  En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
2.  Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

El primer versículo, claro está, nos revela el origen de nuestra existencia.  Así como también que hubo uno que fue el creador de todo,   Dios.  Hasta aquí, todo bien.

Sin embargo, el segundo versículo, indica que la tierra estaba "desordenada y vacía".

¿Desordenada y vacía?. ¿Porqué Dios crearía una tierra "desordenada y vacía?", si es un Dios perfecto..

Nadie puede afirmar que conoce las  insondables razones de Dios para hacer lo que hace.

Sin embargo, como seres humanos nos gusta dar cierre a las cosas, nos gusta que tengan un sentido, y buscamos razones y explicaciones para aquello que no entendemos bien o que simplemente no nos ha sido dado a entender.

Una explicación, muy sencilla, podría ser que Dios, en su infinito poder creativo y libertad, haya creado la tierra así, "desordenada", para luego ordenarla paso por paso, deleitándose con el proceso. Sin embargo, este razonamiento no es muy congruente con la idea de un Dios perfecto que todo lo hace bien desde el inicio.   Adicionalmente,  nótese que el "desorden" no se refiere a los cielos, sino única y expresamente a la tierra.  ¿Entonces porqué no creo los cielos también desordenadamente, para luego ordenarlos poco a poco al igual que la tierra?.

No, esto no es lo que dice la palabra.  Sino que Dios creó los cielos y la tierra, y luego que la tierra estaba "desordenada y vacía".  Pero,  ¿porqué?.

Otra explicación, es la dada por algunos estudiosos.  Ellos exponen que entre lo que narra el versículo 1 y lo que narra el versículo 2 del génesis tuvo que haber sucedido algo.

Para los estudiosos de la Biblia no es un secreto que el Diablo, Serpiente Antigua o Satanás, como quieran llamarlo, entró en el Jardín del Edén, antes de la creación del hombre, pues si así no fuese no hubiese podido tentar a Eva.  Esto nos indica que Satanás, ya había sido arrojado de los cielos a la tierra, para el momento en que Dios creó a Adan y Eva.

Existe entonces la posibilidad, de que desde el momento en que Dios creo los cielos y la tierra, (versículo 1), y el momento en que la tierra estaba desordenada y vacía  (versículo 2), se hubiesen desarrollado la serie de acontecimientos en el cielo que dieron origen a la caída de Satanás, el cual, al ser arrojado a la tierra, como castigo por su rebelión, con los ángeles que le siguieron, , produjo una catástrofe, y como consecuencia el desorden y vacío que se describe en el versículo 2 del Génesis. Adicionalmente, este versículo indica que:  "...las tinieblas estaban sobre la faz del abismo.." apareciendo entonces el concepto de tinieblas (oscuridad) y abismo  (profundidad insondable).

En Apocalipsis 17:7-8., podemos apreciar lo siguiente:  "7, Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. 8.   La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será."

Aparentemente, las "tinieblas y el abismo", pudieron haber surgido como consecuencia de la caída de Satanás. Siendo el lugar que Dios destinó temporalmente para él, aquí en la tierra.

Algo similar nos confirma el profeta Isaías (14: 12-15)

12 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana¡.  Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.  
13. Tú que decías en tu corazón:  Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte.
14. sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.
15. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.

Los versículos 3 y 4 de Genesis 1, indican:

3.  Y dijo Dios:  Sea la luz; y fue la luz.
4.  Y vió Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.

Este versículo, a mi entender, representa la restauración de Dios, y su plena intención de rescatar su creación, separándola del desorden creado, del desastre ocurrido, de la catástrofe.

En el versículo 3, Dios crea la Luz, en oposición a las tinieblas, separando ambas.

Todo esto resume la historia, de la existencia.  Nos indica que hubo un principio perfecto, en el que el libre albedrío era la máxima expresión de la libertad.  Satanás, eligió combatir a Dios, fue su elección sin arrepentimiento, y recibió un castigo temporal, siendo enviado posiblemente al abismo y las tinieblas, aquí en la tierra. (Luego recibirá el castigo definitivo).  Y Dios, en su perfección infinita, tiene un plan.  Su Plan es rescatar su creación toda,  ordenarla de nuevo, creando lo necesario, representado por la "Luz", en el versiculo 3, y no dejando nada en manos de Satanás.

Estos primeros cuatro versículos nos hablan de la guerra entre el bien y el mal que existe en el universo, que se inició con la elección de Luzbel (Satanás) para traicionar a su creador.  Luego, Dios quien pudo destruirlo en un abrir y cerrar de ojos, no lo hizo, permitiéndole todavía que actúe aquí en la tierra.  ¿Porqué?.  Porque es un Dios justo.

Satanás no podrá decirle:  "..tu nunca me diste la oportunidad de demostrarte que yo puedo ser igual a tí...".  Todo lo contrario, Dios lo ha dejado actuar por miles de años. Pero Dios, y mucho más Satanás, saben desde el principio que está perdido, pues ninguna creación puede "vivir, (literalmente)" separada de su creador.

Por eso es que Luzbel, desde que se rebeló, se convirtió en Lucifer, y pasó de ser un  Ángel, vivo a ser  Angel Caído, o mejor dicho el Demonio, y aunque existe, representa todo lo que tiene que ver con la muerte, pues no hay, ni habrá jamás vida en el.